A todos los lugares por los surcos en la nieve
Deslizarse en esquís de fondo como si se hubiera nacido en las montañas Jizerské hory. Cuando se dice: “Jizerská“, puedes estar seguro de que alguién de Chequia inconscientemente responderá: “padesátka” (los cincuenta), así se llama la carrera de 50 km. Esta famosa carrera conocida en todo el mundo se lleva corriendo desde no hace ni cincuenta años, pero la afición que despierta cada año es más grande y desde hace tiempo disfruta de una particiación masiva. El trazado de la carrera lleva por la carretera principal que hoy cruza las montañas Jizerské como un hilo decorativo de algodón ya desde 1986, cuando se comenzaron a arreglar los surcos, poco a poco creció hasta tener 170 km de un trazado muy variado para los esquiadores. Se llega a ella desde más de veinte puntos de partida y puedes elegir cualquiera de ellos según tu condición física y tu valor, desde un circuito de 5 km en Bedřichov hasta la mitad de la acortada pista de la carrera de los cincuenta. Aquí y allá llevan los caminos que hay alrededor de las grandes cabañas de las montañas. Éstas se originaron de una manera muy diferente que en las Montañas de los Gigantes, la mayoría las construyeron las asociaciones de montañeses, igual que los mencionados miradores. Por ejemplo la cabaña presidencial en Bedřichov es del año 1928 y desde los años cincuenta ha sido utilizada como lugar de recreo del Presidente de la República, de ahí su nombre. Otra famosa construcción es la cercana cabaña de Šámal en Nová Louka más arriba de Bedřichov. Originalmente era la casa del dueño al lado de la fábrica de vidrio, más tarde fue un palacio de caza y antes de la Segunda Guerra Muncial fue un espacio de recreo de la administración del gobierno checoslovaco. Esta vez le dio el nombre un huésped, Přemysl Šámal, jefe de la oficina del Presidente. Hoy en estas hermosas cabañas de madera puedes comer de manera agradable y dormir con la conciencia de que aquí la tradición y el confort se dan la mano y otra vez puedes ir a tragarte más kilómetros de la nieve de estas montañas, porque algo así nunca es demasiado.
Esquiar como los campeones del mundo
Si uno ya no tiene la potencia de los mejores del mundo, al menos es agradable correr por las pistas donde se peleó por las medallas en el campeonato mundial. Cerca de Liberec, como parte de la estación de esquí de Ještěd, crecieron hace cinco años unas hermosas pistas de esquí de fondo para los campeones del mundo en el esquí clásico. Desde entonces algunas carreras de estos campeonatos se llevan a cabo por aquí, sobre todo esta estación está a la disposición de cualquiera que quiera esquiar de manera exigente. Las pistas son difíciles, aunque también los esquiadores menos capacitados pueden encontrar su lugar. Tres circuitos independientes de una distancia entre un kilómetro y medio y dos kilómetros, y un cambio de altura desde 5 hasta 30 metros, lo cual es muy exigente para el esquí de fondo. Es también muy agradable la elipse de entrenamiento, que está muy bien iluminada. En Vesec disponen de consigna para guardar las cosas, un vestuario, duchas, wi-fi y conexión a internet. No hay que preocuparse de la poca altura que tiene sobre el nivel del mar, las máquinas se encargan de que haya nieve incluso cuando las crestas de estas montañas ya están verdes.
Esquiar a los pies de la torre de emisión más hermosa del mundo
Todavía no se ha terminado de apreciar debidamente Ještěd, la histórica construcción del arquitecto Karel Hubáček. En el lugar en el que desafortunadamente se quemó el hotel de montaña en el año 1907 se levantó en 1973 la osada punta con forma de hipérbole del nuevo hotel, coronado con un receptor de televisión. Un estilo único, peculiaridad y tendencia.
A los lados y al pie de la montaña de Ještěd hay una gran cantidad de gente. Y cómo no, si se tiene en cuenta que es una de las mejores estaciones de esquí de Chequia. A veces se le llama el Innsbruck checo, sobre todo porque se parece a su vecino, y es también una estación que está literalmente a las puertas de la ciudad y a la que se puede llegar en tranporte público. Además del teleférico que llega hasta la cumbre, los esquiadores usan dos telesillas de cuatro asientos, una de dos y seis remontes, las pistas en conjunto tienen más de 9 km. Esquiar aquí es excelente y en todos los grados de dificultad, y en el snowpark, tanto como en las pistas de descenso, los que hacen snowboard también encontrarán lo que buscan. Como hay una perfecta pista de saltos, los concursos de salto son una estupenda posibilidad para una diversión variada.
El lugar que el hombre querría llevarse a casa
Jizerka. Da igual cuándo vengas, siempre te sorprenderá profundamente la tranquilidad y la belleza pintoresca de este lugar. Una suave cuenca en lo más alto de las montañas Jizerské hory da la sensación de que no pertenece a este mundo, sino al paraíso. En invierno es normal que caigan cuatro metros de nieve. La colonia de Jizerka funciona un poco como una base polar. Las casitas y casas rurales no se juntan unas a otras, sino que están distribuidas por la zona como por la mano de un amable gigante. Aquí puedes alojarte y comer quizás en la típica cabaña llamada Pešákovna o en las reconstruidas cabañas de montaña Panský dům y Pyramida. Estás invitado al hermoso Museo de las Montañas Jizerské hory ubicado en el edificio de la antigua escuela, y podrás hacer deporte en la antigua fábrica de vidrio.
Sugerencia científica
Cuando estés en Liberec, vaya al iQLandie. Este moderno centro de ciencia con un planetario en 3D es sólo la base: disfrutarás del entrenamiento de los astronautas, conocerás al primer robot humanoide de Chequia, atravesarás una tormenta… Te encantará y además aprenderás muchas cosas.
Sugerencia para relajarse
Liberec también ofrece otro tipo de diversiones. El Centro Babylon es la meca de los cansados esquiadores, ya que aquí se les ofrece un cuidado casi maternal: puedes nadar en el parque acuático Julio Verne, intentare el Aquazorbing o el Aquaroller y dejarte seducir por uno de los cuatro toboganes o por el río salvaje. El programa de wellness te quitará de los músculos el ácido lácteo con alguno de los masajes, un descanso en la cueva de sal y yodo, sauna, whirlpool o un baño turco, calienta el cuerpo en el tepidarium y cuida tus piernas en las bañeras de Kneipp.
Sugerencia romántica
Imagina una noche, está helando, tú estás sumergido en una tina de agua caliente, bebes algo bueno y tienes una conversación romántica y agradable con alguien con el que compartes estas experiencias. Por encima de tu cabeza se muestran millones de estrellas, alrededor la nieve brilla. El fenómeno de la tina escandinava poco a poco está llegando a las montañas checas. Puedes disfrutarlo a tan solo un cuarto de hora de viaje desde Liberec, en el Apartmán hotel Jítrava. Relajarás la tensión de los músculos, descansarás correctamente, reiniciarás tu sistema inmunológico y te desprenderás del estrés.
Sugerencia panorámica
A lo mejor ya sabes que en las cumbres de las montañas Jizerské hory hay 16 miradores. Pero que a diez de ellos se puede subir en invierno, quizá eso no lo sepas. Por supuesto en invierno el clima es decisivo y algunos miradores cierran si así lo exigen las condiciones climáticas, pero quién querría estar ahí durante una tormenta de nieve, ¿verdad? En algunos miradores la entrada es totalmente libre, en otros solo cuando está abierto el restaurante cercano, en Kopanina tienes que pedir la llave a los vigilantes del mirador. De todas formas podrás ver una inusual panorámica invernal (las montañas Lužické hory, las Jizerské hory, las de los Gigantes, el Paraíso de Bohemia… ¿Adónde ir en invierno, entonces? A los miradores Královka, Smrk, Kopanina, Tanvaldský Špičák, Rašovka, Slovanka, Štěpánka, Černá studnice y Císařský kámen.