Vysočina en la frontera de Moravia y Bohemia
El paisaje accidentado, estanques, rocas altas, bosques intrincados, prados florecientes y tres monumentos de la UNESCO. Todo ello lo conforma la Meseta Checo-morava o Vysočina, una región dura de la que se dice desde tiempos remotos que «aquí se acaba el pan y empiezan las piedras». A pesar de ello, la Meseta Checo-morava le encantará con su belleza armónica y ambiente agradable para el descanso activo.

El centro natural de la región es Jihlava. La ciudad que debe su impresionante arquitectura a la explotación de plata, está vinculada indispensablemente con la figura de Gustav Mahler. En homenaje a este compositor famoso, quien vivió en Jihlava durante largos años, se celebra aquí un importante festival de música anual, durante todo el verano. Cuando pasee por el corazón medieval de Jihlava, no se olvide, sobre todo, de subir al símbolo de la ciudad, la puerta de la Madre de Dios, o baje al laberinto de catacumbas misteriosas que, con sus 25 km de longitud, son las segundas más largas de toda la República Checa.

¡UNESCO, mire donde mire!

La historia dejó una gran cantidad de monumentos en la Meseta Checo-morava. Son tres las localidades de esta región que están incluidas en la prestigiosa lista de la UNESCO. Muchas personas visitan la ciudad de Telč, que le asombrará con una de las plazas checas más hermosas. Las casas renacentistas de color de pastel crean un escenario de un cuento de hadas, dándoles un toque de distinción el elegante palacio situado en sus cercanías. La Iglesia de San Juan de Nepomuceno en Zelená hora atrae por su carácter místico y original arquitectura. La ciudad de Třebíč, con el Barrio judío conservado, puede jactarse de ser el último en incluirse en la lista de la UNESCO.

Movimiento activo en el corazón de una naturaleza intacta

La naturaleza ha sido realmente generosa con la Meseta Checo-morava. Durante los paseos por la región, puede descubrir tremedales misteriosos cerca de Velké Dářko, subir a las cimas de las rocas Čtyři Palice o Devět skal, o perderse en la selva de la montaña Žákova hora. Este paisaje armónico, cuyo encanto fue captado en pinturas de numerosos artistas locales como Chittussi, Kaván o Kosárek, es un ambiente ideal para el movimiento activo. Los alrededores de Nové Město na Moravě, escenario de carreras de esquí mundiales, disponen de las mejores condiciones para el esquí de fondo. Si prefiere el ciclismo, puede tomar la ruta ciclista que conduce de Jihlava hasta la ciudad austríaca de Raabs. En cuanto a los deportes acuáticos, la región de Bystřice, que fue declarada destino europeo de mxima calidad EDEN en 2010, dispone de condiciones excelentes. Por su parte, en los alrededores de Žďár nad Sázavou encontrará una gran cantidad de senderos hípicos.

¿Adónde más ir?

Puede amenizar su estancia en la Meseta Checo-morava con una excursión a la metrópoli morava de Brno, donde no debe perderse la visita a la villa Tugendhat, inscrita en la lista de la UNESCO. Si le gusta la naturaleza áspera, diríjase al Canadá Checo. Esta zona adquirió su nombre por el carácter natural de su paisaje, numerosas superficies de agua, extensos complejos de bosques y también por la aspereza de su clima.

Mirador de Karasín
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Mirador de Karasín

El mirador de mampostería Karasín, uno de los lugares más visitados de Vysočina, se sitúa cerca de Bystřice nad Pernštejnem y Vítochov, donde puede visitar la iglesia de San Miguel Arcángel. Ya sea que recorra veredas o la senda turística roja que parte desde el embalse de Vír, tiene que pasar a lo largo de Karasín. Durante todo el año puede trepar las 128 escaleras a su galería, desde donde se le ofrecerá una espectacular vista sobre todo del sur. Verá las crestas de los cerros de Křižanovská pahorkatina y de las montañas de Arnolecké hory, así como el valle del río Bystřice con las ruinas del castillo de Zubštejn.
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