Dinámica, grandeza y emoción. Así se podría describir el barroco en pocas palabras; un movimiento artístico que ha dejado huella en las ciudades de la República Checa con su recargado estilo y la abundancia de adornos. Encontrarás monumentos barrocos distribuidos por Bohemia, Moravia y Silesia. Y no se trata solo de castillos o catedrales, los jardines también son una joya del estilo barroco. Y porque el otoño, que ahora tiene lugar en la República Checa, les sienta bastante bien, es el momento perfecto para que nombremos los jardines barrocos más bonitos.
El estilo barroco de los jardines de Praga
Hubo un tiempo en el que se sabía la clase de los nobles por sus trajes, carruajes, mansiones y jardines. Y es precisamente en esta época cuando se crearon los jardines bajo el Castillo de Praga y de Petřín. A pesar de que formar y mantener un jardín en tal empinada colina no podía ser fácil ni barato, sus dueños ponían empeño en ello para que sus jardines impresionaran a todos sus visitantes y transeúntes tanto que se les cortara la respiración. Resulta difícil saber si en ese momento ya suponían que su esfuerzo funcionaría incluso en el siglo veintiuno pero, obviamente, sí que funciona.Los jardines bajo el Castillo de Praga forman parte de las atracciones turísticas más visitadas. El abrupto terreno decora las terrazas, balcones, escaleras, fuentes y los románticos rinconcitos, gracias a los cuales ni te darás cuenta del esfuerzo de subir a la altura de la entrada del Castillo de Praga. Incluso, por un momento, te olvidarás de que te encuentras en el bullicioso centro de una gran ciudad ya que el paisaje de los jardines te hará pensar que formas parte de un cuento de hadas. Esto también se aplica a los de Petřín.
Los jardines bajo el castillo componen un grupo formado por cinco individuales: Ledeburská, Malá Pálffyovská, Velká Pálffyovská, Kolowratská y Malá Fürstenberská. Entre los de Petřín se encuentran el Vratislavská, Schönbrunská, Lobkowická y Vrtbovská. Todos son hermosos y todos tienen admiradores que acuden a ellos, en su tiempo libre, para el deleite de sus ojos y su alma. En el contexto del barroco, tenemos que nombrar el jardín que está considerado como el más bonito en este estilo de Praga. Incluso se comenta que se trata del jardín más bonito de su especie al norte de los Aples. Este título le corresponde al Jardín Vrtbovská (Vrtbovská zahrada).
En otoño (31 de octubre) finaliza la temporada y es una ocasión perfecta para que disfrutes, a parte del precioso colorido, del evento en el que se iluminarán los jardines, una fiesta que solo tiene lugar dos veces al año. Durante el Fin de Semana de las Manzanas (Víkend jablek) (17 de octubre – 19 de octubre), los jardines bajo el Castillo de Praga son un destino ideal ya que los visitantes podrán probar, en un horario de apertura ampliado, todo tipo de productos producidos con manzanas; desde pasteles hasta mosto.
En los alrededores del Palacio de Troja (Trojský zámek) también hay un bonito jardín barroco. Tendrás que alejarte un poco del centro de Praga para disfrutar de su belleza, cosa que seguro que te compensará. Además se encuentra inmediatamente al lado de otro jardín de Praga: el Parque zoológico, que forma parte de los cinco mejores del mundo.
Barroco incluido en la UNESCO
El jardín barroco es una parte fundamental del área del palacio de Český Krumlov y como tal, está declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Český Krumlov, en Bohemia del Sur forma parte de las ciudades más visitadas de toda la República Checa. El principal motivo es, precisamente, el palacio de estilo renacentista barroco, hallado en lo alto de la colina de la pintoresca ciudad histórica.Otro de los jardines barrocos que representan a la República Checa en la lista de la UNESCO, son los de Kroměříž, en Moravia. El floreciente jardín nació tras las murallas de la ciudad en la segunda mitad del siglo XVII, donde originariamente se extendían humedales estériles. A día de hoy, a parte de las rotondas ubicadas en el centro del recinto y el geométrico terreno de plantación domina una columnata que, antiguamente, servía como entrada principal. En la parte más alta, destacan las complicadas formas de las plantaciones y setos.
El jardín Podzámecká zahrada , que se encuentra entre el Palacio del Arzobispo (Arcibiskupský zámek) y el río Morava, está plagados de plantas exóticas y animales que viven allí. Puede pasar que durante tu paseo por estos profundos jardines de Kroměříže, te encuentres con estudiantes de botánica.
Barroco en Moravia y Bohemia
No muy lejos de allí (una media hora en coche) se halla el Palacio de Buchlovice, que forma parte de las mansiones barrocas más importantes de la República Checa. Lo hace tan importante el hecho de que es hermoso. Por supuesto, esto también se aplica a sus jardines. Buchlovice es una obra hecha de amor. El noble Conde Jan Dětřich Petřvaldský lo mandó construir para su esposa italiana. Para deslumbrar a su señora, pago a arquitectos vieneses que tuvieron que modificar varias veces sus planos por deseos del Conde. Pero el esfuerzo fue recompensado ya que el Palacio de Buchlovice es la mansión barroca italiana de Europa Central por excelencia.Si vamos de Moravia de vuelta a Bohemia, tenemos que recorrer el peculiar paisaje de Vysočina, que esconde más de un tesoro. Si retomamos el tema de los jardines barrocos, es necesario hacer una parada y presentar Jaroměřice nad Rokytnou. Su palacio fue, en su época (en la primera mitad del siglo XVIII), una de las construcciones más robustas de Europa y, al mismo tiempo, un centro cultural construido por el Conde Jan Adam Questenberk (que incluso mantuvo a su propia orquesta y su director František Václav Míča compuso aquí su primera ópera checa). También cuenta con un extenso jardín ubicado en una isla artificial, con una superficie de nueve hectáreas.
Si queremos visitar otros jardines de estilo barroco, tenemos que apuntar a Bohemia del Este, donde se halla el recinto del Hospital Kuks. Este complejo barroco único fue reconstruido hace algunos años y cada vez es más popular. Lo visitan los ciclistas que hacen una parada en su ruta de Labská stezka o los turistas que aprecian este tipo de escenarios e historia, en la que sus jardines barrocos, decorados con esculturas de Matyáš Bernard Braun que muestran los vicios y las virtudes, jugaron un importante papel. Una parte del complejo es el jardín de hierbas aromáticas, con más de doscientos años de antigüedad, donde se cultivan hierbas medicinales desde la inauguración del hospital, aunque también se cultiva fruta y verdura para su cocina. Las tradicionales fiestas de San Huberto (Svatohubertské slavnosti) (1 de octubre) le darán la bienvenida al otoño y se despedirán de la temporada.
Finalmente, el viaje hacia los jardines barrocos conduce hacia el noroeste, concretamente al Palacio Duchcov que precisamente es famoso por la belleza de sus jardines barrocos completamente abiertos al público, aunque también porque el célebre aventurero Giacomo Casanova pasó aquí la última parte de su vida. Vivió en Duchcov durante 13 años. Aunque ese número le trajo mala suerte ya que el filósofo y aventurero no llego a vivir el 14 año. Lo enterraron junto a la capilla de la ciudad donde, a día de hoy, se le sigue recordando en su placa conmemorativa. A parte de sus jardines, el palacio atrae la atención por su nueva exposición en la que se une el barroco con la Edad Antigua.