Petřín es un lugar poético en todas las estaciones del año. Si vienes en primavera todo huele a rosas, o en verano se puede tumbar en el césped y leer tu libro favorito. En otoño las hojas de los árboles con sus colores, forman, junto con el panorama de la ciudad, un cuadro indescriptible. Y en invierno te emocionará la romántica imagen de los tejados nevados de Malá Strana mezclada con el olor a vino caliente.
Una ciudad en la palma de tu mano
La dominante más destacada es, sin duda, el Mirador de Petřín. Cuando estés pensando que te recuerda la famosa dominante de París, no estarás lejos de la realidad. Es una copia reducida que fue construida con ocasión de la Exposición Provincial Conmemorativa en el año 1981. Antes de empezar a subir asegúrate de tener bastante memoria disponible en tu cámara, ya que la vista panorámica pertenece a las más bonitas de Praga.
¡Ven a reírte!
¿Cómo te verías si midieras dos metros y tuvieras la cabeza en forma de un melón? Esto lo puedes descubrir en el popular laberinto de espejos que se encuentra en el palacete al lado del Mirador de Petřín. Este entretenimiento especialmente recomendable para los niños y adultos hará más entretenido tu día y ejercitarás tus músculos abdominales. De camino, no te olvides de observar el medieval Muro de Hambre, Hladová zeď, que mandó construir el rey Carlos IV. Lleva ese nombre debido a que fue construido por los pobres, a los que así el ilustrado gobernador proporcionó trabajo y de esta forma tuvieron trabajo y alimento.
De Petřín a las estrellas
¿Te gusta observar el cielo? En este caso, visita el observatorio de Petřín donde te espera una experiencia literalmente celestial. Con la ayuda de los telescopios modernos, puedes observar los objetos del universo más conocidos y recibir más información de los astrónomos locales.
Dirección
Petřínské sady 633
118 00 Praha 1 – Malá Strana