Historia del metro
Los primeros planes para la construcción de un ferrocarril subterráneo en Praga aparecieron ya en 1898, pero el primer proyecto real no se construyó hasta 1926. Las obras comenzaron en 1966, convirtiendo a Praga en la 44ª metrópoli del mundo en recibir este medio de transporte.
Los primeros trenes del metro eran robustos y se fabricaban en la Unión Soviética. En 1974, los pasajeros aún utilizaban los molinetes que funcionaban con monedas, el billete costaba una corona y el metro funcionaba con un mínimo de trenes.
Ampliación de la red
El metro de Praga le transporta de un extremo a otro de la metrópoli. Las tres líneas existentes - la línea A (verde), la línea B (amarilla) y la línea C (roja) - pasan por el centro histórico de Praga. En particular, la línea A permite llegar a algunos de los monumentos más bellos de Praga. La línea B para debajo de la estación principal de autobuses de Florenc. La línea C llega hasta allí y además sirve de transbordo a la estación principal de trenes, de donde salen los trenes internacionales Eurocity. La línea D está en obras.
La estación de metro más profunda
El metro de Praga cuenta con 65 kilómetros de longitud, 61 estaciones y más de 1,6 millones de pasajeros al día. Como dato de interés, en Praga viven alrededor de 1,4 millones de habitantes, y en el área metropolitana más amplia, unos 2,1 millones. La estación más profunda se encuentra en Náměstí Míru, a 53 metros bajo tierra. La línea más larga y con mayor número de estaciones es la línea B, que cuenta con casi 26 kilómetros de longitud y 24 estaciones.
Arte bajo tierra
El metro de Praga es también una gran galería. Todas las estaciones tienen sus propios toques artísticos, desde vitrales hasta esculturas, sin olvidar los relucientes azulejos de aluminio, codiciados objetos de coleccionista. La estación de Malostranská, por ejemplo, está decorada con réplicas de estatuas barrocas, mientras que los azulejos dorados de la estación de Hradčanská simbolizan el Castillo de Praga. La línea B está adornada con azulejos hechos con bloques de vidrio. Los de mayor valor se pueden encontrar en las estaciones de Karlovo náměstí y Jinonice. En la estación de Náměstí Republiky también hay un interesante revestimiento de cristal: las “lentes” parecen pantallas de televisión retro.
Estación secreta de Klárov
En la estación de Klárov se esconde una instalación subterránea secreta que sirvió de refugio al gobierno. Las especulaciones apuntan a que pudo ser la primera estación del inacabado “metro de Stalin”, pero oficialmente forma parte del sistema subterráneo de protección.
Recorrido turístico de la línea del tranvía 22
Las bellezas de Praga no solo se pueden admirar a pie, sino también desde la ventanilla del tranvía. Durante todo el año funciona la línea 42 del tranvía turístico, que le llevará por los preciosos lugares de Praga en vagones históricos (por una tarifa más alta). Sin embargo, también puede tomar un tranvía “común” por una tarifa normal y así disfrutar de las hermosas vistas de Praga y de los recorridos turísticos.
La línea de tranvía 22 inicia su recorrido en Bílá Hora, justo enfrente del monasterio benedictino, pasa por el Monasterio de Břevnov, el más antiguo del país, y continúa por el Castillo de Praga y la mundialmente famosa Villa Bílek hasta llegar a una de las vistas en tranvía más hermosas de Praga. Después, se pasa al otro lado del río, al Teatro Nacional y a la bonita plaza de Náměstí míru, donde sin duda merece la pena visitar la iglesia de Santa Ludmila. La línea del tranvía 23 le ofrecerá un servicio similar.
Tranvía de fiesta T3
El legendario tranvía T3, que en su versión modernizada funciona como tranvía de excursión y fiesta de diseño semiabierto, ofrece un paseo muy especial. Puede alquilarlo para su fiesta, pudiendo degustar algo rico de beber y comer mientras recorre la ciudad de Praga de 100 torres. Dentro hay una barra.