La República Checa se encuentra en el corazón de Europa y de ello se deriva también el carácter de su gastronomía. Es una extraordinaria mezcla de influencias de los países adyacentes y, al mismo tiempo, de numerosos procedimientos y sabores muy específicos e inconfundibles. Destaca por su enorme variedad de diversos tipos de salsas, la parte esencial que es la carne, en combinación con diversos tipos de “knedliky”. Los “knedliky” se preparan también en numerosas variantes dulces, rellenos de fruta.
La gastronomía checa va cambiando rápidamente, especialmente en ciudades grandes. Los amantes de platos veganos, modernos o experimentales también encontrarán platos a su gusto. Las personas que aman el café podrán visitar numerosos cafés locales. Las ciudades como Brno, Olomouc o Praga tienen una extensa oferta de establecimientos donde se encuentran aquellos que siguen las tendencias modernas y más antiguas y disfrutan del café premiado. No te preocupes, en numerosas ciudades pequeñas también encontrarás cafés únicos e inspirativos.
¿Has probado alguna vez los “knedliky” caseros rellenos de arándanos negros o la deliciosa salsa de setas? En caso que no, puedes probar estos platos, por ejemplo, en diversos restaurantes sitos en las montañas Jizerské hory, Beskydy o Jeseníky.
¡Preferiblemente al bosque y no al supermercado!
Los checos aman pasar su tiempo libre en la naturaleza. Saben preparar excelentes manjares utilizando los ingredientes tipo setas, hierbas o frutas silvestres que recogen en el bosque. Les encanta preparar platos caseros de carne de caza o pescado – una muestra de la riqueza y pureza de nuestros bosques, estanques y ríos. Gracias a las recetas de nuestras abuelas, heredadas por generaciones, se crean unos manjares únicos cuyo sabor es inolvidable.¿Has probado alguna vez los “knedliky” caseros rellenos de arándanos negros o la deliciosa salsa de setas? En caso que no, puedes probar estos platos, por ejemplo, en diversos restaurantes sitos en las montañas Jizerské hory, Beskydy o Jeseníky.
Estrellas de Michelin y tabernas tradicionales checas
Muchos restaurantes checos ofrecen un servicio de alta calidad, alimentos exquisitos e interesante diseño de los platos. Por ejemplo la selección de Maurer o los restaurantes certificados Czech Specials son una opción segura, hasta más exigentes amantes de las estrellas de Michelin también estarán a gusto. Puedes escoger entre restaurantes clásicos, con la gastronomía tradicional, o de diseño, singulares por su arquitectura extraordinaria, consternando con su gastronomía moderna. Y si buscas algo extra tradicional deberías sentarte un momento y deleitarte con el ambiente de alguna de las genuinas tabernas checas.Cafés acogedores y las riquezas de nuestras barricas
Al visitar monumentos históricos podrías pasar a tomarte una taza de café. En un café acogedor podrás olvidarte del bullicio omnipresente, el sabor delicioso y el aroma espantarán la sensación de cansancio y así podrás recargar energía para continuar tus viajes. Si prefieres un vino de calidad, visita alguna de las tantas vinotecas o date un viajecito directamente a la fuente – a la soleada región de Moravia del Sur. Al saborear la riqueza de nuestras barricas entenderás por qué los vinos moravos salen ganadores en concursos europeos de sumilleres.
Saboreando la dulce Bohemia
Se dice que eres lo que comes. Si quieres conocernos tal y como somos en realidad, no olvides probar nuestras especialidades locales. Hemos escogido para ti las más dulces, muchos más encontrarás en el sitio Czech Specials.Conviértete en ciruela y prepara tu propia “oreja”
¿Más que la comida te interesa el secreto de su preparación? ¿Quisieras probarlo? En caso que sí, entonces opta por alguno de los tantos programas de experiencias. En la pintoresca ciudad de Štramberk podrás preparar, supervisado por reposteros de mucha experiencia, tu propia oreja de Štramberk. En el Museo del aguardiente de ciruela en Praga te convertirás, en la realidad virtual, en una ciruela, te arrancarán y transformarán en aguardiente. Excursiones a las manufacturas, especialmente visitas a las fábricas de cerveza, son muy atractivas. Podrás conversar con el maestro cervecero quién en el transcurso de una lección de experiencia te mostrará cómo se despacha un “schnit” (para degustar) o “hladinka” (espuma húmeda sin burbujas).