La humanidad fabrica cerveza desde antaño. En tiempos remotos, la cerveza era una bebida preparada con cereales fermentados y la gente la bebía sustituyendo así la comida. ¡Pasaron siglos y gracias al desarrollo de los procesos de producción hemos obtenido una bebida que tiene decenas de variantes y miles de sabores! Vamos a mostrarte la riqueza de la cultura cervecera que ha echado raíces profundas en la República Checa.
Cerveza y Chequia – dos aliados
¿Sabías que la producción de cerveza tiene una larga tradición en la República Checa? La cervecería más antigua, según documenta la historia, es la cervecería aliada al Monasterio de Břevnov en Praga que fue fundada en el año 993. Incluso el término „cerveza checa“ lleva la denominación geográfica de origen dentro de la Unión Europea. Y las ciudades checas Pilsen y České Budějovice dieron nombres a las marcas mundiales de las cervezas lager rubias - la Pilsner y la Budweiser. ¡Obviamente, la cerveza y la cultura cervecera están unidas con la República Checa!
Cerveza para curar
También en algunos balnearios te encontrarás con la cerveza! Una rareza para los amantes de la buena cerveza y descanso son los baños de cerveza donde se aprovechan los efectos favorables del agua caliente con cerveza y hierbas. La cerveza es rica en vitaminas y antioxidantes. Elijas las cataplasmas de barro o de bagazo de cebada (o sea cereales molidos fermentados) relajarán tu cuerpo!
¿Qué tal visitar alguna fábrica de cerveza?
La cerveza checa se bebe en el mundo entero y los amantes a esta bebida dorada tienen numerosas opciones para no solo degustar esta delicia favorita sino también aprender cómo se produce la cerveza. La ciudad de la cerveza es sobre todo Pilsen. Podrás conocer el secreto y la historia del singular proceso de cocción de cerveza Pilsner Urquell si visitas la fábrica de cerveza Pilsner Urquell y el Museo de Cervecería. Naturalmente, hay muchas más fábricas de cerveza que tienen restaurantes propios y ofrecen excursiones a sus áreas de producción. El Centro de Visitantes de Budějovický Budvar en České Budějovice, por ejemplo, o la cervecería Regent en Třeboň o la cervecería Krumlov en Český Krumlov ofrecen numerosas experiencias a disfrutar.
Cervecerías de todo tamaño y cerveza de todos los sabores
En la República Checa se bebe sobre todo de tipo pils que es el lager checo. No obstante, cervecerías grandes y pequeñas, que son unas 500, en los últimos años están experimentando con nuevas recetas y ajustándose a las tendencias mundiales. Incluso definen estas tendencias, en ocasiones. Por lo tanto, puedes probar las cervezas de tipo statut, ale , APA, IPA… o cervezas especiales, tales como, por ejemplo, especiales primaverales o de Adviento, con hierbas o miel y especies.De excursión tras la cerveza
¡Anímate a salir de excursión y conocer nuevos sabores! Las Sendas de la Cerveza están preparadas para guiarte por la naturaleza. En tu caminata podrás probar los mejores productos que ofrece la determinada región. La Senda de la Cerveza Tišnovská en Moravia te llevará a las degustaciones que organizan las minicervecerías de aquella localidad. La Senda de la Cerveza Krkonošská tiene unos 35 km y te mostrará hasta la cervecería checa situada en la mayor altitud. ¿Beber cerveza disfrutando de vistas magníficas? ¡Claro que sí! No obstante, la Senda de la Cerveza de Pilsen te presentará la región donde nació esta bebida dorada. Pilsen y la cerveza de Pilsen es un término conocido en el mundo entero. Una vez estés viajando, no olvides las 6 sendas de la cerveza en Bohemia de Sur. Pasan por las mejores cervecerías de la región. En Bohemia de Norte está disponible la Senda de la Cerveza de las montañas Lužické la cual interconecta las cervecerías artesanales locales.
Cultura cervecera checa
Cuando los checos dicen que “van por una”, quieren decir que ha llegado la hora de ir a tomarse (una) cervecita en su taberna favorita o restaurante. En la República Checa también encontrarás establecimientos que se especializan en despachar la mejor cerveza - las tabernas. ¡Hay establecimientos que funcionan con éxito durante varios siglos! Una prueba de ello es, por ejemplo, la taberna praguense U dvou koček. ¡No ha cambiado de lugar desde el año 1678! O la taberna U zlatého tygra, que también se encuentra en Praga. En el año 1994, el entonces presidente checo, Václav Havel, invitó a tomar cerveza en este establecimiento al presidente de EE.UU., Bill Clinton.