En la frontera entre la República Checa y Alemania se sitúa una sierra que se ha convertido en sinónimo de vacaciones de invierno inolvidables. Las montañas Krušné hory no solo presentan condiciones excelentes para el esquí alpino y de fondo, sino un lugar histórico, ya que la explotación de la plata está directamente vinculada con esta región. Si a ello le añade la abundante cantidad de nieve que cae cada año y la posibilidad de visitar las ciudades balnearios de considerable renombre mundial, tendrá una combinación perfecta a la que, sencillamente, no se podrá resistir.

Las pendientes abruptas de la parte checa de las montañas Krušné hory parecen estar creadas para el esquí alpino. Este es el motivo por el que se establecieron aquí las tres estaciones de esquí que anualmente atraen a miles de aficionados a los deportes de invierno. Ud. puede probar sus destrezas de esquiador, p.ej., en la mayor estación de esquí de Krušné hory Klínovec, que ofrece pistas de todos los niveles de dificultad. Otra estación de esquí se sitúa en Boží Dar, el pueblo situado a mayor altura de Europa Central. Si quiere liberar un poco de adrenalina, pruebe el snowkiting para el que las planicies de sus cimas presentan excelentes condiciones.

Con los esquís de fondo por un cuento invernal de hadas

¿Le gusta esa sensación de libertad al salir con sus esquís de fondo a la naturaleza? En las montañas Krušné hory la sentirá a cada paso. La verdadera reina de las pistas blancas es la Ruta de Krušné hory, que ofrece más de 240 kilómetros de sendas señalizadas. Le guiará por bonitas vistas a lo largo de todo el macizo de las montañas sobrepasando a menudo las fronteras de la región. Pero también puede disfrutar de algunos tramos de igual belleza, como los populares circuitos alrededor de Boží Dar. La parte oriental de las montañas Krušné hory presenta una meseta con cimas aisladas. No existirá un terreno mejor para practicar el esquí de fondo. Puede recorrer numerosos kilómetros de rutas señalizadas que atraviesan los principales centros de la zona como Dlouhá Louka, Bouřňák, Fojtovice o Telnice.

Para saborear sus vacaciones

¿Empieza a sentir hambre tras tanto desgaste energético en un día de intenso deporte? ¡Ha llegado la hora de probar alguna de las especialidades gastronómicas regionales! Visite el hotel Nástup en Loučná pod Klínovcem para degustar uno de los tesoros gastronómicos locales, la pechuga de pato en salsa de escaramujos con albóndigas de harina de Boží Dar. Verá que en el futuro recordará su excelente sabor aunque haya transcurrido mucho tiempo.

Disfrute de una relajación perfecta

¿Quiere descubrir algunos de los tesoros checos del pasado, durante sus vacaciones de invierno? Muy cerca encontrará muchos. Emprenda una excursión a las ciudades del famoso triángulo de los balnearios que incluye Karlovy Vary, Mariánské LázněFrantiškovy Lázně. Al paseo por las elegantes arcadas de los balnearios puede agregar una estancia en uno de los numerosos hoteles de balneario y bienestar que calentarán y relajarán su cuerpo helado por el frío invernal.