Dientzenhofer y Santini
Recuerda estos dos nombres porque sin ellos el barroco checo no tuviese su gran sonido y la reputación. La obra de arte del padre e hijo Dientzenhofer es por ejemplo la Iglesia de San Nicolas en Praga en Malá Strana, la iglesia barroca más bella de Praga y una de las construcciones barrocas más preciadas de Europa. Su estilo típico lleva también el lugar de peregrinación de Praga en Loreto con el carillón mundialmente conocido, Monasterio de Plasy, Monasterio benedictino de Broumov y el Palacio de Ploskovice.
Rareza checa que no tiene paralelo en cualquier lugar, es el estilo de barroco gótico, combinando ambos estilos en un conjunto armonioso. El maestro de este estilo fue el arquitecto J.B. Santini. Muchos de sus trabajos han sido incluidos en el patrimonio de la UNESCO, como por ejemplo la Iglesia de San Juan Nepomucký en Zelená hora o la Catedral de la Asunción de la Virgen María en Kutná Hora-Sedlec y la cercana Capilla de Todos los Santos, debajo de la que se esconde el pintoresco osario.
Teatros, estatuas y otros
El arte barroco afectó también otros sectores. Por ejemplo en el Palacio de Český Krumlov podrás ver el precioso teatro barroco. Espectaculares terrazas barrocas y balaustradas ofrece el paseo por los jardines Vrtbovská y otros jardines en Malá Strana en Praga. La verdadera galería barroca al aire libre que tiene treinta estatuas barrocas se encuentra en el Puente de Carlos, alegorías escultóricas de Virtudes y Vicios en Kuks u otros monumentos de la UNESCO, la Columna de la Santísima Trinidad en Olomouc. El esplendor barroco se siente en los interiores de los palacios en Slavkov u Brna, en Vranov nad Dyjí o en Kroměříž.