La casa con jardín al lado del Moldava y pegada a la roca resulta un entorno romántico e inspirador, cuya atmósfera llama la atención no solamente a los amantes del arte. Actualmente los artistas vuelven a usar esta casita como taller.
Estará abierta también a todos los visitantes durante la temporada de verano de 2015. No lo dudes y entra en este estudio que está decorado con réplicas de los muebles de Schiele. Siéntate y mientras te tomas un café, echa un vitazo a libros o a catálogos de arte. Un piso más arriba te espera el taller del ático, donde se exponen, durante todo el verano, los trabajos que los artistas crearon en invierno. Te llevarán a una terraza que de otro modo sería inaccesible para ti, y allí podrás probar, hasta que te canses, la enigmática atmósfera de la ciudad. El Genius loci es espectacular: las amplias terrazas de varios pisos alrededor de la casa, los árboles altos y el río intensifican la sensación de los elementos primordiales, y esa experiencia hace comprender perfectamente por qué este lugar era habitado y amado por uno de los mejores artistas del siglo XX.