Esta zona de Chequia pertenece a las más limpias desde el punto de vista medioambiental. Si quiere disfrutar de la magia de la naturaleza desde la altura, le espera una caminata con una elevación de terreno de cientos de metros. Los recorridos alrededor de los complejos de protección militar checoslovacos construidos antes de la Segunda Guerra Mundial, tales como es el fuerte Bouda, la cabaña de la infantería U potoka o el fuerte no terminado Hůrka, los puede hacer en bicicleta, caminando o incluso a caballo.
Puede esquiar como los profesionales
El termómetro marca temperaturas bajo cero durante largos cinco meses y además en esta zona nieva cuatro meses al año. Estos datos atraen a los aficionados de los deportes de invierno. El centro de esquí Sněžník satisface a los esquiadores exigentes al igual que los centros de esquí completamente equipados que se encuentran en la preciosa zona de Dolní Morava. Los esquiadores de fondo apreciarán la zona de Jeřáb, por la que se llega al centro histórico de la ciudad de la ebanistería, Králíky, que se hizo mundialmente famosa por sus belenes tallados y otros productos artesanales.
Tesoros en los «agujeros de requesón»
Los «agujeros de requesón» son las cuevas de carst que adquirieron su denominación específica por los residuos de caliza que recuerdan el requesón. Según las leyendas en los «agujeros de requesón» se esconden tesoros míticos que dejaron aquí los buscadores de oro italianos, que según las crónicas vinieron aquí en el siglo XVII.
Sendero didáctico sobre la fortificación checoslovaca
Si le interesa la historia militar, seguramente le alegrará el museo de Králíky con su exposición dedicada al ejército, igualmente que el conservado fuerte «U Cihelny», que llegó a ser legendario por su resistencia. Al igual que otros fuertes, fue construido antes de la Segunda Guerra Mundial como protección de un posible ataque por parte de la Alemania nazi. Para probar su resistencia disparaban varios tipos de armas, pero nunca fue destruido. Siga las huellas del sistema de protección más elaborado de Europa en su época en el sendero didáctico de 12 kilómetros y 13 paradas, que empieza y termina en la parada del ferrocarril Mladkov en la zona de Dolní Morava.
Visite las montañas Sněžník de Králíky, disfrute de la historia y descanse de forma activa.