Tiempo de amor en la República Checa
El aire desprende un olor a violetas, los árboles florecen con todos los colores y ya no necesitas bufanda, ni guantes ni abrigo caliente. Ha llegado la primaera, un hecho que apreciarán los enamorados. Los paseos por los parques y los jardines floridos, las excursiones en las montañas o las visitas de encantadores monumentos, son ejemplos de lo que podrás hacer en Chequia. Y no solo en pareja, porque aunque no tengas pareja, seguro que te enamorarás de la primavera en Praga, de los jardines en flor de Lednice y de otros muchos lugares de la República Checa. Aquí vive el espíritu romántico…

Praga y sus jardines

En Praga, donde hay tantas posibilidades, suele ser difícil elegir a dónde ir, qué hacer o qué comer.  En primavera es una verdad que se cae por su propio peso. Además de dar un paseo por el majestuoso  Castillo de Praga, por la callejuelas del pintoresco barrio de Malá Strana o por los recovecos de plazas y plazoletas  de la vieja ciudad praguense Staré Město, la mejor idea es salir a pasear por los parques y jardines praguenses y disfrutar del perfume de las flores, el aire fresco y las vistas panorámicas de la capital.




En la República Checa todos saben que en mayo, los enamorados se dirigen a la colina de Petřín. A poca distancia del Castillo de Praga, en medio de un vasto parque se alza la torre mirador que parece haber sido construida para las parejas.  Desde lo alto se abre una excepcional vista de Praga. Merece el esfuerzo superar los 299 escalones, que te llevarán a su cumbre. Quizás encuentres en la torre el parecido con otra famosa torre…  No es una aparencia: en la colina de Petřín se alza la cinco veces menor imitación de la torre Eiffel. La visita del laberinto Zrcadlové bludiště hará la subida más agradable.

Si te quedan fuerzas después de haber subido, emprende un paseo por los jardines y por la huerta frutal al pie del monte Petřín. No faltan jardines: uno de los más antiguos es el jardín de Strahov, su terreno fue donado en el año 1140 por el príncipe Vratislav II, al recién fundado monasterio Strahovský klášter. Para pasear en un entorno romántico está el jardín zahrada Kinských con sus rocas areniscas, pequeños lagos y cascadas. También se suele afirmar que el jardín Vrtbovská zahrada es el más hermoso al norte de los Alpes. No se puede averiguar esta afirmación, pero ciertamente sigue siendo uno de los cuatro jardines barrocos en el monte de Petřín. En cuanto a la vista del Castillo de Praga es el lugar más solicitado.

No son muchos los que saben que también el parque palaciego Průhonický zámecký park figura junto con Praga en la Lista de la UNESCO. No se extiende en el centro de la capital, sino en sus afueras. Poco importa, porque el municipio de Průhonice está bien comunicado por los transportes públicos. Nada impide vivir una experiencia en la original obra del arte paisajista llena de pequeños pozos de agua, lagos artificiales, prados, arroyos, plantas leñosas y flores.

Kroměříž y Lednice

En la ciudad de  Kroměříž encontrarás los famosos jardines que figuran en la Lista de la UNESCO. El Jardín de las Flores (Květná zahrada de estilo italiano que ocupa 16 hectáreas de terreno) está lleno de figuras míticas de la antigüedad. Los enamorados apreciarán la columnata con fuentes y surtidores y también el hecho de que las palabras dulces susurradas en un extremo de la misma, se oyen perfectamente en el extremo opuesto por efecto del eco. Es la referencia  al destino trágico de Eco, la mitológica ninfa de la montaña, que se enamoró de un apuesto joven de nombre Narciso. Sin embargo este último solo se amaba a si mismo y Eco desesperada estuvo sufriendo hasta que solo quedó su voz que en los bosques, en los precipicios y en los jardines de Kroměříž repite lo que oye que otros dicen.

© Ladislav Renner

El amor florece en mayo en el complejo Lednicko-valtický areál, considerado como un ejemplo de paisaje cultural, el más extenso de Europa y quizás del mundo, que también figura en la Lista de la UNESCO. Los dos palacios de Lednice y Valtice están rodeados por parques, jardines, lagos con nenúfaros y prados con originales obras arquitectónicas. Puedes hacer excursiones a pie o montar en bicicleta o dar un paseo en barco, para llegar al curioso alminar o a la ruina del castillo de Juan.

Tu visita de Praga resultará más agradable si alquilas una barca o una pedaleta.  Los puestos de alquiler se encuentran en el malecón Smetanovo nábřeží cerca del Teatro Nacional o en la isla de Kampa. Saldrás desde la orilla y disfrutarás de la vista del puente de Carlos y descubrirás que un beso sabe mejorentre las olas  del río Vltava.

Romanticismo con sabor a adrenalina

En caso de que no os produce emoción a tí y a tu pareja un jardín florido, y que no sabéis imaginar un fin de semana sin adrenalina, la República Checa os ofrece lo que buscáis. Podéis emprender un viaje a Bohemia del Sur. Viviráis emociones en la ciudad de Sušice en el Offpark Sušice , donde se ofrece lo mejor en la región de Šumava: saltos en paracaídas tandem, rocódromo y paintball, o podéis saltar a 14 metros de altura por encima del río Otava.
 



En el parque de adrenalina Dolní Morava  disponen de una atractiva especialidad: Double swing: un columpio gigante para dos personas situado a 13 metros de altura. Si piensas que columpiándote el cuerpo no elimina la adrenalina, puedes montar en el Power Fan y saltarás desde 13 metros de altura y un dispositivo con un potente ventilador frenará tu caída libre.

En las montañas  Jeseníky  está el parque de cuerdas donde podrás disfrutar de paintball o del estado de ingravidez y otros deportes de adrenalina en el pueblo de Česká Ves u Jeseníků. En caso de que hayas vivido demasiadas emociones y peligros, te calmarás dando un paseo por el paisaje local protegido.

 
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