El Laberinto de espejos en Petřín

Es una copia libre de la puerta gótica llamada Špička (Punta), que formaba parte de las fortificaciones de Vyšehrad (otro castillo praguense), en la segunda mitad del siglo XIV, bajo el reino de Carlos IV y la decoraban nueve torrecitas. Después de haberse trasladado el pabellón a Petřín, se instaló en el lado derecho, el Laberinto de espejos que conduce al cuadro dioramático. Este último representa la memorable escena cuando las tropas suecas intentaron, en el año 1648, conquistar la Ciudad Vieja, cruzando por el puente de Carlos. Gracias a la valiente resistencia de los estudiantes y los profesores del Colegio jesuita, la ciudad no se rindió. La combinación bien ideada del primer plano plástico con la representación llana del panorama del Castillo Hradčany, en el segundo plano, crea una impresión viva de la batalla.