El Jardín de los Kinsky es una isla de preciosa naturaleza en el corazón de la ciudad, en el que encontramos distintos edificios que complementan su perfección. Caminando por sus sendas serpenteantes encontrarás rocas areniscas, panoramas, pequeños lagos, cascadas y escaleras por las que salta el agua; una iglesia ortodoxa y también el poético palacete de verano Musaion.
En el pasado era la residencia de verano de la familia Kinsky, hoy el jardín es un parque público con una gracia inconfundible que se extiende alrededor del elegante palacete pero sobre todo en la pendiente que lleva hasta la cima de Petřín. Es preciso destacar la concepción paisajista del jardín y también la pequeña iglesia de San Miguel, trasladada desde Rutenia en el año 1929. Merece destacar los dos lagos, separados por una cascada, que son alimentados mediante un caño de 400 metros de largo, especialmente construido para este propósito. El punto dominante del jardín es el Palacete de verano de los Kinsky, llamado Musaion, que desde el año 1922 guarda la exposición del Departamento de Etnología del Museo Nacional, una de las colecciones más extensas de arte y cultura populares de los siglos XVII – XX..