1. Castillo de Praga
Para ser sinceros, Praga está llena de recovecos, miradores, jardines, torres, puentes y plazas que invitan a hacerse un selfie. El del castillo de Praga, como hemos dicho, es casi obligatorio para cualquier visitante. Hacerse el selfie más original con este gran monumento, supone todo un reto. Una foto del castillo, desde el puente de Carlos, nunca pasa de moda. Es interesante hacerse una foto perdido entre las callejuelas de Malá Strana, desde donde, a veces, se atisban las torres del castillo de Praga. Merece la pena subir a la colina de Petřín y hacerse un selfie con el castillo desde una perspectiva un poco diferente, ya sea desde el mirador o el parque. Gracias a que el castillo de Praga se ve desde prácticamente todo el centro de la ciudad, las opciones de selfie son casi ilimitadas.
2. Svatojánské proudy
El río Moldava (Vltava) tiene su lugar especial en el corazón de los checos y en la historia de su país. Es el río más largo del país, fluye por la capital y el célebre compositor Bedřich Smetana le dedicó una conocida obra sinfónica. En uno de los entornos del Moldava, donde el río serpentea por pronunciadas curvas, se halla uno de los panoramas más populares y conocidos: la presa de Slapy (Svatojánské proudy). Antes de que construyeran la presa, esta zona era conocida, sobre todo por balseros, por ser un tramo peligroso debido a sus salvajes rompientes y salientes rocosos. Los turistas checos valoraban este pintoresco paisaje y señalizaron aquí, ya en 1889, la primera ruta turística de Chequia. Un selfie con el meandro del río, donde también fotografiaréis mucha historia, supondrá un gran añadido en vuestra colección.
3. Český Krumlov
¿Un selfie desde la ciudad de cuento con el romántico palacio o desde el romántico palacio con la ciudad de cuento? Este será el dilema que os plantearéis en Český Krumlov. Esta pequeña ciudad de Bohemia del sur también descansa sobre el río Moldava y visitantes de todo el mundo sucumben ante su encanto ya sea en invierno o en verano. Por supuesto, no solo agradeceréis un viaje a Český Krumlov por haceros un selfie. La pequeña ciudad de Český Krumlov está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
4. Castillo de Červená Lhota
Desde el mágico Český Krumlov hasta el mágico Červená Lhota, aunque todavía en Bohemia del sur. Os podéis hacer un selfie con el palacito rojo, el cual no forma parte de los más grandes pero seguro que está entre los más populares. Ya sea por su color, lo pintoresco que es o que descansa sobre una islita de un pintoresco laguito. Seguro que os veis espectaculares junto al palacio de Červená Lhota.
5. Ještěd
Si preferís las montañas a los palacios y os identificáis más con la moderna arquitectura que con los monumentos históricos, seguro que os querréis hacer un selfie con la antena de emisión televisiva de Ještěd, que encontraréis en Bohemia del norte. Esta elegante construcción, ubicada en lo más alto de la colina de igual nombre, ha sido galardonada con el premio más prestigioso otorgado por la Unión Internacional de Arquitectura y también está considerada como una de las siete maravillas de la República Checa. Conseguir un selfie con ella, es todo un reto. Se puede hacer desde el valle, debajo de la colina camino desde Liberec, y cuanto más cerca estéis, más complicado os resultará. Pero merece la pena.
6. Loket
Uno de los castillos más bonitos de la República Checa se halla en el oeste del país. La región es conocida, sobre todo, gracias a los balnearios o su bella naturaleza. El castillo de Loket se halla en la frontera con la Reserva natural del Bosque Slavkovsky en una península rocosa rodeada por el río Ohře. Sus torres y muros se alzan en una montaña rocosa sobre un valle por lo que son un objetivo excelente para un selfie, obviamente después de vosotros.
7. Monte Santo en Mikulov
Para seguir hablando sobre los mejores lugares para hacer selfies, nos vamos a trasladar a Moravia, una región famosa, entre otras cosas, por su producción vinícola, así que vamos a empezar por ahí. Concretamente por Mikulov, la “no oficial” metrópoli del vino. Sobre la ciudad se erige un precioso palacio, otro de los atractivos es también el popular Monte Santo (Svatý kopeček), donde tenéis que ir a hacer un selfie. El Monte Santo, cubierto de varias capillas en vez de árboles, posee un ambiente único, tanto que se autorretrata. Como recompensa, después podéis tomaros un vino en una de las bodegas locales.
8. Sendero por las nubes
Dejad a un lado todas las preocupaciones y viajad hasta las nubes, ¡pero llevaos la cámara o el móvil! El sendero por las nubes (Stezka v oblacích) es una atracción, de reciente apertura, que ya goza de gran popularidad. Lo encontraréis en el recinto de Dolní Morava, en las bellas montañas de Jeseníky. ¿En qué consiste? El sendero por las nubes es una singular construcción, ubicada cerca de la estación superior del teleférico por lo que ya os podréis imaginar que se encuentra a una gran altura en las montañas. La forma de la construcción debería recordar al vuelo de una mariposa y, gracias a su inteligente diseño, podéis acceder a ella incluso con carritos de bebé. La subida hasta lo alto para nada resulta tediosa por lo que no os tenéis que preocupar por vuestro aspecto en el selfie.
9. Reloj astronómico de Brno
Todos los que han visitado la Plaza de la Ciudad Vieja, saben que Praga posee el famoso reloj astronómico. Pero también tendréis un original selfie si os fotografiáis con el de Brno. La escultura de piedra negra, ubicada en la plaza del centro de Brno, llama la atención, no solo por su color sino por también por su forma, la cual deja lugar a la fantasía para asemejarla a diferentes cosas.
10. Minarete en Moravia
A parte de Mikulov, Moravia también cuenta con un sitio popular entre turistas y ciclistas, el complejo de Lednice-Valtice. Todo su entorno está protegido por la UNESCO por lo que también os resultará de interés si queréis llevaros de la República Checa un original selfie. En el complejo del palacio de Lednice podéis haceros una foto con el minarete.
Cerveza
El último consejo es de regalo y no se trata de un lugar concreto. Pero si de verdad queréis llevaros un auténtico selfie de la República Checa, haceos una foto con una pinta de una cerveza checa de calidad, bien echada. ¡A vuestra salud!