Antes de terminarse la obra, cuya construcción tardó cerca de siete años, se acabó la edificación de toda la vía crucis con siete capillas, que representan siete estaciones de la pasión.
A lo largo de la historia el número de estaciones fue cambiando, también en el siglo XVIII, se trasladó a Mikulov la representación de la vía crucis con 14 estaciones. Sin embargo, no sirvió por mucho tiempo a los peregrinos piadosos. Bajo el imperio de José II, la misma familia de los Dietrichstein desacralizó la capilla de San Sebastián, merced a lo cual el complejo de la vía crucis no fue derribadoy hoy día tú lo puedes recorrer. No solo los amantes de los rituales disfrutarán en el Monte Santo. La zona por donde pasa la vía crucis, es una conocida reserva natural, en la que podrás admirar singulares mariposas. La formación rocosa del Monte Santo es un escollo de cáliza jurásica, gracias a la cual, la superficie está cubierta con vegetación y plantas leñosas de las estepas.