Venga a descubrir la turbia historia de la pensión forestal Bunč que vivió momentos célebres y los más oscuros. A partir del 1924 sirvió a los peregrinos, pero en los años 30 el conocido empresario Tomáš Baťa estuvo preparando el proyecto de la primera autovía checa que justamente iba a atravesar la pensión, por lo cual Bunč dejó de ser destino turístico por un tiempo. En 1945 Bunč fue quemado por los nazis y después de la guerra fue reformado.
Una parte de la pensión pertenece al restaurante Jelínek con una chimenea abierta. La gente local recomienda disfrutar aquí de la exquisita comida, p.ej., la carpa al grill con salsa de eneldo y un par de sorbos del famoso aguardiente de ciruelas llamado slivovice.