La historia del monasterio de Kladruby empezó a escribirse hace casi novecientos años, cuando fue fundado por el príncipe checo Vladislav I, cuya tumba puede ver hoy aquí. Durante el paso de los siglos el monasterio se enriqueció, se empobreció, vivió saqueos y el desarrollo artístico, y recibió a visitantes especiales, incluido el emperador Carlos IV. Su mayor auge lo vivió durante el siglo XIV, sobre todo gracias a la destreza de sus monjes que supieron aprovechar métodos económicos revolucionarios. En esa época, el monasterio poseía la cantidad impresionante de 128 aldeas en los alrededores.
El lugar fatal de San Juan Nepomuceno
Como suele ocurrir, todo cuento de hadas tiene su final, y muy pronto las intrigas de poder sacudieron al monasterio de Kladruby en sus propios cimientos. El cruel juego político por el futuro del monasterio desembocó incluso en el martirio de San Juan Nepomuceno, figura a la que hoy está dedicada aquí una de las exposiciones más extensas de Europa.
Cúpula extravagante sin igual
El monasterio de Kladruby debe su aspecto actual al genial arquitecto Jan Blažej Santini Aichel, quien le dio un aspecto barroco-gótico. Gracias a él podemos admirar hoy la extravagante cúpula que decora la iglesia de la Visitación de la Virgen María, una de las más grandes de la República Checa. Si se pone por debajo de la misma en un día soleado, observará fascinado la fina luz rosada que atraviesa la cúpula y penetra en el interior del templo, cubierto de símbolos de estrellas. Es una vivencia que no se olvida.
Un lugar mágico a lo largo de todo el año
Sin embargo, el monasterio de Kladruby no es sólo un recuerdo silencioso del pasado glorioso. Puede animar su visita al recinto con alguna de las actividades culturales que se celebran aquí con regularidad. Ya se trate de una feria histórica o de un concierto de música clásica, sentirá una energía especial que penetra todo el lugar. Una vivencia única para Ud. será también la visita al monasterio en Navidad, cuando el ambiente de todo el recinto adquiere un toque mágico de verdad.