En la ciudad de Kadaň, en el noroeste de Bohemia, puede verse una réplica del Reloj de la Ciudad Vieja. Comparado con el original, es igual de grande: mide más de cinco metros y pesa más de cinco toneladas. Sin embargo, el reloj astronómico de Kadaň no tiene ruedas móviles, es una estatua de metal. Por detrás y por los lados, el reloj está abierto, así que todo el mundo puede ver exactamente cómo es la máquina por dentro.
2. El moderno reloj astronómico de Brno marca el mediodía a las 11
El reloj de Brno en la plaza Svobody es un ejemplar único entre los relojes astronómicos checos. Desde lejos no se parece en nada a un reloj astronómico clásico. ¡Y desde cerca tampoco! Este moderno cronómetro negro de seis metros de altura, hecho con granito pulido importado de Sudáfrica, pretende recordar a un casquillo histórico. ¿Quieres saber por qué?
El motivo es una famosa leyenda de Brno. Cuando en el siglo XVII los suecos sitiaron Brno durante cuatro meses, decidieron que se retirarían de allí si no conseguían derribar las murallas de la ciudad antes de que sonaran las doce del mediodía. Los habitantes de la ciudad descubrieron el plan y astutamente hicieron que sonaran las doce del mediodía una hora antes. El ejército sueco se retiró y, desde entonces, en la capital de Moravia siempre suenan las campanas de mediodía a las 11 de la mañana.
Otra leyenda, que cuenta que al general sueco solo se le pudo matar con una bala de cristal fabricada durante un ritual mágico y disparada a medianoche, se encuentra representada en la parte interior del reloj astronómico: mediante bolas de cristal. Todos los días, exactamente a las 11 de la mañana, estas bolas recorren el interior del aparato y aparecen por una de las tres aberturas existentes. Quién tendrá suerte y atrapará la bola, todos los días cae solo una, y te la puedes quedar de recuerdo.
3. El reloj astronómico de Olomouc con obreros y proletarios
En Olomouc en su histórico ayuntamiento, situado en la plaza Horní náměstí muy cerca de la columnata de la Santísima Trinidad que forma parte de la lista de patrimonio de la UNESCO, ya tenían un reloj astronómico en el siglo XV. Durante la 2ª Guerra Mundial sufrió graves daños y tuvo que ser reparado. Y dado que su restauración tuvo lugar entre el los años 1940 y 1950, su aspecto muestra el estilo del, por aquel entonces, emergente régimen comunista. En lugar de santos y otras figuras cristianas el tiempo lo marcan un obrero trabajando y unos alegres campesinos. Tal vez sea el único reloj astronómico del mundo que rinde homenaje, entre otras cosas, a un químico... Y siguiendo el espíritu de la tradición, en su decoración no falta ni la folclórica Cabalgata de Reyes de la UNESCO. Si deseas ver los «restos» del histórico reloj astronómico, puedes visitar el Museo de Historia Nacional de Olomouc.
4. El reloj astronómico del lúpulo en Žatec
La ciudad de Žatec en Bohemia del Norte tiene más de mil años de historia vinculados al cultivo del lúpulo. Hace poco, este singular patrimonio consiguió incluso el reconocimiento de la UNESCO. Más de 700 años cultivando un excelente lúpulo aromático y elaborando cerveza han llevado a la creación de un complejo educativo y de entretenimiento llamado el Templo del lúpulo y la cerveza. En él también encontrarás un Reloj astronómico de lúpulo totalmente funcional, que muestra la hora, los datos astrológicos, los signos del zodiaco y las labores a realizar con el lúpulo cada mes. Cada hora en punto comienzan a sonar las campanadas y a moverse los objetos del portal con un acompañamiento melódico. ¡Y eso es algo digno de ver!