Disfruta de la paz y la tranquilidad de estar al aire libre, recréate con la bonita arquitectura que ves y goza de la exclusiva sensación de pasear por los mismos lugares por los que caminaron nobles influyentes. Deja a un lado tus preocupaciones y disfruta de la magia de los parques palaciegos durante un romántico paseo a pie, un pícnic o un paseo en carruaje. Hemos elegido para ti los más bellos oasis verdes de paz a los que podrás llegar desde Praga en unos minutos. No falta ni la joya verde recogida en la lista de la UNESCO.
El parque de Průhonice: la joya de la UNESCO a las afueras de Praga
A tan solo un par de kilómetros del centro de Praga encontrarás un pintoresco y verde oasis de paz. ¡El encantadoramente bello parque de Průhonice te fascinará por su colorido! Unas vistas magistralmente elegidas y a menudo inesperadas a través de grupos de árboles y arbustos, prados, estanques, arroyos y unas especies de árboles que cambian con las distintas estaciones del año y, como guinda del pastel, un encantador palacio que, en conjunto, forman un todo grande, refinado, romántico y armonioso. Tan peculiar que no solo es un monumento Patrimonio cultural nacional, sino que también forma parte del Patrimonio mundial de la UNESCO. Para explorar su belleza puedes elegir uno de los tres circuitos existentes, siendo el más largo de 10 kilómetros.
Palacio de Kačina: de pícnic en el parque del director de los jardines imperiales de Schrönbrunn
¡Disfruta de un pícnic en el encantador parque diseñado por el director de los jardines imperiales del palacio de Schrönbrunn en Viena! En el café del palacio imperial de Kačina te prepararán una cesta de pícnic llena de manjares. Allí también podrás descansar bebiendo una copa de prosecco en el jardín inglés que hay y que es más antiguo que el propio palacio. Recostado en una manta disfruta de las vistas de las residencias de veraneo, el invernadero (orangerie), el estanque con sus islotes, las encantadoras alamedas arboladas y las más de cien especies botánicas de plantas. Los pavos reales del palacio te harán compañía. Y una vez hayas descansado, además de visitar el palacio, vete a ver el invernadero y el jardín de hierbas aromáticas.
¡Piérdete en los laberintos del parque de Loučeň!
En el parque que rodea el palacio de Loučeň además de disfrutar de mucha paz también podrás divertirte. ¡Allí te esperan ni más ni menos que doce laberintos! Cada uno de ellos es único, descubre, por ejemplo, laberintos de tejo, empedrados, empalizados y también de cuerda, laberintos de luz, de piedra, de letras y de dedos, pero todos ellos tienen la increíble capacidad de llenarte de nuevo de energía. Puedes completar la experiencia con un fantástico pícnic, que te pueden organizar en el palacio. ¡Puedes elegir entre tres opciones de cestas de pícnic! Puedes visitar el parque y el palacio en cualquier época del año, pues ambos están abiertos todo el año. Pero las cestas de pícnic solo se pueden reservar de abril a octubre.
Visitar por la noche al invernadero del parque de Konopiště
Una ruta didáctica cruza la parte boscosa del parque que rodea el palacio de Konopiště. Te explica la historia del parque y te familiariza con la caza, la fauna y la flora del bosque local. Las tierras las adquirió en el siglo XIX el archiduque Francisco Fernando de Austria-Este, que reformó el palacio, dándole un aire de estilo romántico. En su época también se construyó el parque, del que también forma parte un jardín de rosas con un amplio invernadero. Al igual que en la época del archiduque, en él se cultivan palmeras, orquídeas, helechos arborescentes y otras plantas exóticas. Se puede visitar incluso al anochecer en días seleccionados. Iluminado por las lámparas, el invernadero tiene una magia irrepetible…
De pícnic al palacio de Vlašim, uno de los parques palaciegos checos más bonitos
Alrededor del palacio de Vlašim se encuentra uno de los parques checos más bonitos, que invita directamente a hacer un pícnic. No tendrás que preocuparte por la manta para el pícnic ni por la comida, pues la cesta de pícnic llena de manjares te la prepararán directamente en el centro de información del patio del palacio. A tu albedrío quedará la elección del rincón más agradable para disfrutar del pícnic. Eso no será nada difícil, pues en el parque, lleno de pequeños edificios, hay infinidad de rincones mágicos conectados por una ruta didáctica. Te podrás acomodar, por ejemplo, en las inmediaciones del exótico pabellón chino, que es un elemento dominante del parque. Y si no hiciera tiempo para pasear ni para hacer un pícnic, también podrás conocer el parque en el museo del palacio.
Tras los pasos de los Presidentes checos al parque del palacio de Lány
¡Paséate por los mismos lugares por los que se pasean los Jefes de Estado checos! Visita el jardín de flores francés del palacio de Lány, residencia de verano de los Presidentes checos, que se transforma gradualmente en un parque forestal de estilo inglés con paseos casi interminables. O pasea hasta el exótico invernadero de palmeras, al que le dio forma el arquitecto palaciego del primer Presidente checo, T. G. Masaryk. La parte cercada de los bosques de Křivoklát, que solían utilizar para cazar los miembros más altos de la aristocracia, es hoy en día una reserva de animales.
Disfruta de un pícnic lleno de manjares en los jardines del palacio de Jemniště
El palacio barroco de Jemniště está rodeado de un bonito jardín de rosas y un parque romántico. El jardín francés original se construyó en el año 1725, pero después se modificó y amplió para incluir un parque con paisajes naturales. Podrás disfrutar de todo su encanto tanto dando un paseo como haciendo un pícnic. ¡En Jemniště llenarán tu cesta de pícnic de los manjares más selectos! ¿Te gusta la caza o prefieres el jamón de cerdo ahumado…? La elección depende solo de ti.
Dales de comer a los ciervos blancos en la reserva del palacio de Žleby
Cruza el puente sobre la cascada, escucha el murmullo del agua junto a los rápidos y admira las distintas edificaciones existentes, desde torreones con almenas hasta torres o puertas que parecen salidas de la Edad Media y todo ello en el parque romántico del palacio de Žleby. Pero no te dejes engañar. El parque, al que la escarpada ladera del castillo y el meandro del cañón del río le proporcionan dramatismo y encanto, se construyó en el siglo XIX. Y no dejes de visitar la reserva natural de la vecina Žleby con sus ciervos blancos. En la República Checa se conservan únicamente en cuatro reservas naturales y la de Žleby es la única de ellas abierta al público. Y no te pierdas la experiencia de dar de comer a los ciervos, ni de disfrutar de las interesantes y habituales exhibiciones de aves de rapiña.
En el parque del palacio de Dobříš se ocupan de cuidar de animales discapacitados
Las instalaciones del palacio de Dobříš son un ejemplo perfecto de la simbiosis entre la arquitectura y la habilidad de los maestros jardineros y paisajistas. Además de visitar el palacio de Dobříš podrás disfrutar de un paseo por el jardín inglés, del que forma parte el minizoo de animales discapacitados del centro de rescate y protección, así como por el jardín francés. Este es un raro ejemplo de arquitectura rococó de jardines. Te cautivará con su diseño estrictamente simétrico en tres terrazas, el invernadero (orangerie) y también sus impresionantes piezas escultóricas.
El parque del palacio de Veltrusy en bicicleta y en coche de caballos
El parque que rodea el palacio de Veltrusy es uno de los más grandes de la República Checa. Al pasear por él podrás disfrutar de las vistas del encantador palacio barroco o de alguna de las esculturas alegóricas obra de Matyáš B. Braun, autor de las asombrosas obras en el original hospital barroco de Kuks. Y con un poco de suerte también podrás ver gamos, corzos, liebres o faisanes. ¿Te gusta ir en bici? Anímate a visitar el parque en bicicleta. Y también resulta encantadora la visita en coche de caballos.