1. Praga: Las joyas del señor Plečnik
El Castillo de Praga se yergue encima de
Praga desde el siglo IX. Después de la fundación de Checoslovaquia hubo que reconstruir el Castillo de Praga de modo que pudiera desempeñar su nuevo rol como
residencia del presidente Tomas Garrigue Masaryk. Bajo la coordinación del arquitecto esloveno
Josip Plečnik se hizo la adaptación no solo del
patio I y el piso del presidente, sino también fue reconstruido el jardín y la sala de columnas de entrada a la Sala Española situada junto a la Puerta de Matías. Otra obra de Plečnik en Praga es la iglesia católica romana del
Santísimo Corazón de Jesús en
Vinohrady. La iglesia tiene una amplia torre principal cuya altura asciende a 42 metros.
El gigantesco reloj circular llamará tu atención al momento. El diámetro del reloj representa casi 7,5 metros, se trata del reloj más grande en la República Checa.
2. Mladá Boleslav: De una fábrica de bicicletas a empresa productora de automóviles con renombre mundial
La historia de la mayor empresa automotriz checa, Škoda Auto, data de diciembre de 1895 cuando dos ciclistas entusiastas —el mecánico Václav Laurin y el librero Václav Klement — fundaron en
Bohemia Central, en la ciudad
Mladá Boleslav, una empresa pequeña de producción de bicicletas. Diez años después, aquí comenzaron a producir el primer modelo de automóvil Voiturette A y gracias a él la empresa llegó a encabezar la industria automotriz. Cien años después, en el año 1991, Škoda procedió a otra unión importante —esta vez con el gigante alemán Volkswagen—. Hoy día, la empresa Škoda Auto a.s. es el mayor productor checo de automóviles y sus automóviles se pueden comprar no solo en Europa sino también en Asia, África, América del Sur y Australia. La historia de la marca, así como sus singulares vehículos históricos, se pueden ver en el museo de la empresa,
Škoda Auto Muzeum.
3. Hradec Králové: El salón de la República
La ciudad
Hradec Králové, situada en
Bohemia del Este, es popular por su urbanización moderna la cual, en tan solo 30 años, ha cambiado totalmente el aspecto de esta ciudad. Es por eso que lleva el apodo “Salón de la República“. La grandiosa reconstrucción de la ciudad fue iniciada por
Jan Kotěra, el fundador del Museo de secesión de Bohemia del Este. El arquitecto
Josef Gočár continuó su labor. En 30 años estos señores lograron crear algo totalmente único en la República Checa y Europa. La edificación fue tan ingeniosa que hasta hoy es capaz de soportar, respecto a sus capacidades, el tráfico creciente y mantener, a la vez, la tranquilidad y funcionalidad en el centro de la ciudad.
4. Pilsen: Cuatro apartamentos de Adolf Loos
Adolf Loos es considerado el
arquitecto más importante en Europa Central del primer tercio del siglo XX. En las postrimerías de los años 20 y 30, Loos frecuentaba
Pilsen; una ciudad popular especialmente por su producción de cerveza
Pilsner Urquell, y en aquel entonces realizó aquí
la reconstrucción de la casa de Brummel y 13 interiores de pisos que son considerados, según el criterio de varios profesionales, unas de las mayores joyas no solo de Pilsen sino de toda la arquitectura europea del siglo XX. ¡Podrás visitar algunos de ellos en tres visitas guiadas a cuatro pisos!
5. Brno: La metrópoli del funcionalismo
La perla del funcionalismo es, sin lugar a dudas, la
Villa Tugendhat en Brno. Es una obra singular del
arquitecto alemán Ludwig Miese van der Rohe. Es el único monumento de arquitectura moderna en la República Checa que figura inscrito en la Lista del patrimonio cultural mundial de la
UNESCO. Los revestimientos de travertino, onyx y palisandro llevan detalles precisos que dan más sentido y funcionalidad a la obra.
Brno posee otra joya de funcionalismo más: la
Villa Stiassni, con el plano en forma de la letra “L“, construida conforme al proyecto de Ernst Wiesner. En la villa se hospedaron varios personajes importantes, entre ellos también Fidel Castro.
6. Luhačovice: La fábula de balneario
Luhačovice es una ciudad balneario situada en
Moravia del Este. En esta ciudad hay un ambiente maravilloso que es acentuado por la
naturaleza y una excepcional arquitectura en sus alrededores, la cual es obra del excelente arquitecto
Dušan Jurkovič. La idea de construir
casas de balneario en el estilo de secesión popular le apasionó totalmente. En tan solo tres años llegó a realizar aquí doce edificios que de una vez por siempre han influido en el carácter y la singularidad de Luhačovice. Hasta el día de hoy, llegan visitantes del mundo entero al balneario para admirar ocho edificios que se han conservado.