¿Le gustan los descensos largos, las vistas panorámicas, los servicios de máxima calidad y los rayos de sol cosquilleándole suavemente las mejillas? Así puede ser uno de los días que pase en alguna de las estaciones de esquí de Krkonoše. Las de mayor renombre las encontrará en el centro más conocido, Špindlerův Mlýn, así como en Pec pod Sněžkou a la sombra de la montaña checa más alta, Sněžka, en Harrachov, el mejor punto de partida para recorrer los alrededores, o en Rokytnice nad Jizerou, donde, aparte de practicar el esquí, puede liberar un poco de adrenalina dándose el gusto de probar el parapente. ¿Y cómo descansar mejor tras pasar un fantástico día en la pista? ¡Sumérjase en un baño de cerveza en Harrachov o caliéntese en una singular bañera con esencias de mandarinas en el hotel Wellness Praha de Špindlerův Mlýn!
Con esquís de fondo por picos y valles
Pero si desciende demasiado rápido por las pendientes de Krkonoše, posiblemente no percibirá toda la belleza que hay a su alrededor. Póngase, pues, los esquís de fondo y opte por alguna de las pistas de fondo que atraviesan este «trozo de la Ártida en el corazón mismo de Europa». Pruebe, p. ej., la Ruta Krkonošská magistrála, que le llevará a través de valles y colladas hasta las cimas de las montañas donde contemplará las vistas más bonitas de los espesos valles glaciares, las empinadas cuestas producidas por las avalanchas de nieve, las extensas mesetas y los maravillosos pueblos cubiertos de nieve.
Románticos paseos por la nieve crujiente
Pero no solo puede cruzar las montañas checas más altas con sus esquís de fondo. En invierno también puede recorrer la naturaleza a pie, usando los caminos hechos en la nieve, y conocer su riqueza única por la cual el Parque Nacional de Krkonoše fue declarado Reserva de la Biosfera de la UNESCO. Una de las excursiones más bonitas y sencillas es el paseo de Harrachov al Salto de Agua de Mumlava.
Un agradable descanso después de una excelente cena
¿Cómo terminar un perfecto día en Krkonoše? ¡Nada mejor que saboreando alguna de las especialidades gastronómicas locales! Pruebe la col agridulce rehogada de Krkonoše llamada «kyselo», la sopa espesa de setas «kulajda» o las albóndigas de harina rellenas de fruta denominadas «knedlíky», platos que le ofrecerán en cualquier taberna o restaurante especializado en la cocina tradicional checa. Después de una abundante cena, entréguese a los cuidados de los hoteles de bienestar de Harrachov, Špindlerův mlýn, Pec pod Sněžkou y otros centros, aportando a su cuerpo nuevas energías que necesitará para pasar otro estupendo día en las montañas checas más altas.