La ruta de veinte kilómetros de longitud, alrededor de las Rocas de Adršpach, tiene un nivel de dificultad medio y recorre, parcialmente, carreteras de tercera clase y caminos firmes. Durante todo el tiempo discurrirá por las cercanías inmediatas de las ciudades de roca, que seducen para hacer una parada y disfrutar de vistas preciosas del paisaje.
A lo largo de un lago y una ruina medieval
Su camino empezará en el pueblo de Teplice nad Metují, en el que puede ver la iglesia de San Lorenzo, y continuará hasta las Rocas de Jirásek cuya primera parte se alza por encima del romántico Lago Negro alrededor del antiguo castillo medieval de Skála. Aparque su bicicleta por un rato y suba a su cima andando. Desde el mirador en la roca se le ofrecerá una vista preciosa del monte mesa Ostaš, el pueblo de Police nad Metují y las montañas Orlické hory.
¡Mire! ¡Allí están los Montes Gigantes, Krkonoše!
Otra parte de la ruta le llevará al lugar llamado Pod Zvětralým vrchem. Desde este cruce de caminos se le ofecerá otra vista preciosa de la aldea de Janovice y de Teplické skály, Rocas de Teplice. Si el tiempo le acompaña, podrá ver desde aquí incluso la sierra checa más alta, las montañas de Krkonoše.
Ruta ciclista que acaricia el alma
Fortalecido por la energía que emana de las vistas preciosas puede continuar su vuelta recorriendo los sitios llamados Liščí hora y Kalousy hasta llegar al pie del cerro Zámecký vrch y el pueblo de Adršpach. El último tramo le llevará de vuelta a través de Bučnice y las rocas circundantes a Teplice nad Metují. La ruta para bicicleta a lo largo de las Rocas de Adršpach es una de las más hermosas de la región. Independientemente de que si la ha recorrido solo, con sus amigos o con su familia, seguramente querrá volver.