El cruel procónsul real Jaroslav Bořita de Martinice sobrevivió milagrosamente a la defenestración. Sin embargo, el dueño del castillo de Hořovice, Jan Litvín de Říčany, quien tiró por la ventana personalmente a Bořita, tuvo un destino bastante más funesto. No solo perdió el castillo de Hořovice, que la familia Martinice había conseguido tras su expropiación, sino también el resto de sus propiedades. Este evento supuso un presagio de la Guerra de los Treina Años.

¿Por qué hay que visitarlo?

El castillo nacionalizado fue objeto de saqueos inmediatamente después del final de la Segunda Guerra Mundial por parte del Ejército Rojo, que se asentó allí de manera temporal. Después, cualquier persona podía usar el desolado recinto, hasta que tuvo que cerrarse debido a su estado crítico. No obstante, en los últimos 25 años, se ha realizado una increíble transformación del castillo para devolverle su antiguo esplendor. De nuevo, las hermosas cámaras amuebladas presentan la historia del castillo y su planta baja acoge una exhibición única de dispositivos y cajas musicales.