Se convirtió en refugio de caballeros merodeadores y soldados de a pie, que amenazaban los alrededores. La ruina fue "descubierta" por jóvenes patriotas en el romántico siglo XIX y muchos escritores y pintores buscaron aquí su inspiración.
Por qué visitarlo
El castillo, situado en un pintoresco paisaje lleno de arenisca, pequeños lagos y aldeas olvidadas, se encuentra a sólo 40 km de Praga. Cuando fue adquirido a finales del siglo XIX por Václav Špaček, el hombre de negocios de Praga, hacía ya mucho tiempo que sólo era una ruina abandonada. Reconstruyó el castillo muy costosamente bajo la supervisión de cuatro destacados historiadores de la época y lo abrió al público. Construyó una instalación recreativa, una piscina y pistas de tenis debajo de él, promoviendo así la zona de Kokořín a un destino recreativo y turístico favorecido.
La zona de Kokořín se convirtió en un destino recreativo y turístico favorecido.
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