La cerveza es una bebida que le ha dado fama a Chequia. Y los checos también son famosos por ser los mayores consumidores de cerveza en todo el mundo. No es raro teniendo en cuenta que en el país fabrican cervezas como Pilsner Urquell, Budweiser Budvar, Staropramen, Starobrno, Krušovice muchas más. Tampoco es de extrañar que dediquen un museo a esta cultura cervecera. Podrás encontrar uno de ellos en Praga.

En busca de cerveza en la Ciudad Vieja

En el Museo de la Cerveza (Pivní muzeum), ubicado en el centro de la Ciudad Vieja (Staré město), descubrirás más sobre la elaboración y la historia de la cerveza checa. En la maqueta de la fábrica de cerveza descubrirás cómo se produce la malta y de qué manera se trabaja con el lúpulo. Aparte del aroma que te conducirá durante la visita, también hay un video de presentación y figuras realistas en un entorno auténtico. Y, por supuesto, el precio de la visita incluye ¡degustaciones de cerveza!

Degustaciones

En las preciosas bodegas del edificio del siglo XIII podrás catar diversos tipos de cerveza y especialidades cerveceras en su cervecería, donde te parecerá haber retrocedido doscientos años. También podrás conocer el aspecto que tenían las cervecerías previas a la Revolución del Terciopelo (Sametová revoluce).

Embotella tu propia cerveza

En el Museo de la Cerveza también te podrás fabricar tu propio recuerdo. Recibirás una botella que podrás llenar de cerveza con una curiosa máquina y elaborar tu propia etiqueta para llevarte a casa una cerveza destinada para aquellos que aprecian la calidad y originalidad ante todo.