La diseñadora Blanka Matragi viste a las mujeres más ricas del planeta
El icono mundial de la moda se llama Blanka Matragi. Es oriunda de Chequia, pero vive y crea en el Líbano, a donde se fue siguiendo los pasos de su marido, y se encarga de vestir a las mujeres más ricas del mundo. La historia de su vida tiene mucho de cuento de hadas. Entre sus clientes se encuentran muchas mujeres de la nobleza europea y también las más ricas princesas árabes. Su estilo es rico en cristales brillantes y materiales ligeros, y también destaca por su procesamiento artesanal de creación, la influencia oriental es visible a primera vista, lo que hace que las creaciones de moda de Blanka Matragi sean significativamente distintas de las de los demás diseñadores.
La pintora titulada Blanka Matragi proviene de una familia de vidrieros, por lo que sus pasos la llevaron al tallado del vidrio. Esta fue la especialidad que estudió, pero su corazón la guió por otro camino. Hacia la moda. Pero allí tampoco olvidó sus orígenes de vidriera. Si no más bien al contrario, pues allí lo convirtió en una prioridad y en su firma de autor.
Su obra se puede ver en una exposición llamada Timeless en la Casa Municipal en Praga. Y si entre las joyas de tu armario quieres tener una de las de ella, puedes ir a la boutique de Blanka Matragi en Praga en la Ciudad Vieja, justo al lado de la Casa Municipal.
La surrealista Toyen: la más cara de las pintoras checas que deslumbró a París
La más cara de las pintoras checas de todos los tiempos se llama Toyen y, en la actualidad, sus cuadros se venden en las subastas por decenas de millones de coronas checas. A menudo se la describe como una niña sin familia, una artista pobre y un ser misterioso. Ella misma afirmaba que no tenía familia. Pero no era verdad, simplemente no lo decía.
Toyen creció como una joven anarquista y, antes de empezar a estudiar arte, se ganaba la vida trabajando de obrera en una fábrica de jabón. Se estableció entre los surrealistas gracias a su amistad, de toda la vida en París con André Breton. En París vivió gran parte de su vida, le gustaba vestirse como un hombre e incluso hablaba de sí misma en masculino durante un tiempo.
En Praga puedes ir a la cafetería Národní kavárna, a donde solía ir con sus amigos artistas, o al Café Louvre o Slavia, donde exponía en el salón de Topič. Sus obras se pueden ver en la exposición del palacio Veletržní en Praga.
La divina Emmy Destinn cantó en Nueva York
Esta divina curruca, la diva inmortal, la soprano «morena» que consiguió transmitir la fuerza a través del río Moldava. Todo eso era Emmy Destinn, una mujer a la que le encantaba pescar. El camino de Emmy Destinn hacia los escenarios de ópera no fue fácil, a pesar de provenir de una familia muy adinerada. En 1897 optó a un puesto en el Teatro Nacional pero la rechazaron, igual que posteriormente en dos teatros alemanes. En uno de ellos incluso le recomendaron que no lo siguiera intentado con la ópera, pues no tenía voz y que era fea. Pero Ema no se rindió.
Se presentó directamente a un puesto en la Ópera de Berlín y lo consiguió. Con el papel principal en la ópera Carmen de Bizet se ganó por completo al público berlinés y también a toda la corte real prusiana. Y a esto le siguieron otros papeles, otros éxitos y actuaciones como artista invitada en París y en Londres, que por un tiempo se convirtió en su segundo lugar de trabajo. Cantó en la Ópera Metropolitana en Nueva York, donde cosechó el mismo éxito que en Europa. Junto con Gustav Mahler, en la Ópera Metropolitana, interpretó también La novia vendida de Smetana.
Murió de forma prematura y repentina a los 52 años de edad, el 28 de enero de 1930, durante una cirugía ocular. En Praga le celebraron un fastuoso funeral y la enterraron junto a otras personalidades famosas en el cementerio de Slavín en Vyšehrad. Hoy en día, su rostro está ligado de forma inseparable al billete de 2.000 coronas checas.
Siguiendo los pasos de Emmy Destinn puedes ir a Vyšehrad en Praga, donde en 1923 tuvo lugar una representación extraordinaria. Allí, Emmy Destinn interpretó Libuše de Bedřich Smetana, al que ahora conmemoramos en el marco de las celebraciones del Año de la Música Checa y del proyecto Smetana 200. Cantó con tanta fuerza que se la podía escuchar claramente por todo el río Moldava.
La estrella checo-polaca, la cantante Ewa Farna
Ewa Farna es una cantante checo-polaca que interpreta canciones tanto en checo como en polaco, es oriunda de la zona checa de Těšín en Silesia. Colecciona un premio tras otro y es famosa tanto en Chequia como en Polonia. Hace tanto música pop como rock y se hizo famosa cuando tenía trece años con un éxito radiofónico titulado Měls mě vůbec rád.
Tiene nacionalidad polaca y checa. Le gusta la moda extravagante. Un dato interesante es que Ewa Farna interpretó el himno oficial del Campeonato mundial de balonmano en Qatar y que, en polaco, interpretó el tema de cabecera para la versión polaca de la nueva película de Disney, Camp Rock.
Ivana Trump: la esquiadora de Zlín que apuntaba a la élite en Estados Unidos
Oriunda de Chequia, Ivana Trump es conocida en todo el mundo por ser la primera mujer del expresidente estadounidense Donald Trump. Era una rubia alta que sedujo al entonces magnate inmobiliario estadounidense. En su juventud participó en competiciones de esquí, fue modelo, después emigró y en Occidente se casó bien. Esto hizo que pasara a formar parte de la élite estadounidense y, posteriormente, ella misma se convirtió en una empresaria de éxito.
Cuatro veces divorciada, madre de tres hijos y abuela de diez nietos, murió repentinamente a los 73 años después de caerse por las escaleras de su residencia. Puedes seguir sus pasos en Chequia visitando la ciudad de Zlín.