Moldava – un río que ofrece muchas cosas interesantes
En la República Checa hay decenas de ríos y prácticamente cada ciudad histórica fue fundada cerca de un río. Moldava es el río más largo que atraviesa la República Checa. Mide unos 430 km desde su fuente hasta la confluencia con el río Elba. Puedes caminar a lo largo del río, montar una nave o bote inflable recorriendo una parte de la trayectoria, navegar por ciudades históricas de Bohemia del Sur. Aquí encontrarás unos consejos para que disfrutes al máximo el paisaje que rodea el río Moldava.

El descenso de ríos – ocio deportivo popular

En general se sabe que los checos son muy aficionados al rafting. Familias grandes y grupos de amigos rentan canoas o balsas inflables por varios días para descender un río llevando sus sacos de noche y tiendas de campismo. Moldava es el río más popular. Fluye suavemente por el paisaje tentando la destreza de los timoneros en numerosos correntones no muy difíciles. Los aliviaderos disponen de unos pasos para botes que garantizan la viabilidad y animan la navegación. El Moldava pasa por el parque nacional Šumava donde se aplican diversas restricciones (caudal mínimo de agua, registro de embarcaciones, límite de tiempo), desde Nová Pec no hay más restricciones para la navegación. Entre las partes más visitadas debemos mencionar el sector transitable bajo la represa de Lipno, entre Vyšší Brod y Boršov nad Vltavou donde el agua fluye el año entero, también durante la temporada de sequía en el verano. Este sector se recomienda tanto a balseros principiantes como a los más experimentados. A lo largo de la trayectoria encontrarás muchos correntones y aliviaderos, podrás disfrutar de la belleza del paisaje y de numerosos monumentos.

¿Te gustan las embarcaciones?

Para navegar por el río Moldava no solo necesitarás una canoa o balsa frágil. También puedes montar un barco de turismo en Praga y deleitarte observando el panorama de la ciudad desde un punto de vista totalmente diferente. ¡Vas a atravesar el centro de la metrópoli checa!  El Castillo de Praga, Puente de Carlos o Vyšehrad estarán frente a tus ojos, de día o de noche. La gente con gusto musical monta las embarcaciones donde tocan el jazz, para escuchar y bailar. Si en vez de navegar deseas tan solo percibir un poco de ese ambiente acogedor y agradable, prueba pasar por el embarcadero de Praga (pražská náplavka). Siéntate en alguna de las naves allí atracadas, disfruta observando el río y la ciudad y bebiendo una bebida refrescante.

No solo en Praga hay este tipo de barcos. En las represas de Moldava, en la cascada de Moldava (Vltavská kaskáda) también están bien preparados para recibir turistas. Las represas Lipno, Slapy y Orlík ofrecen paseos en barco. Entre los más populares podemos mencionar el paseo en barco alrededor del castillo Zvíkov en la represa Orlík.  El atracadero se encuentra junto al castillo Zvíkov. Aquí podrás ver el precioso panorama del río y el castillo gótico.

Recorriendo el paisaje en bicicleta

¿Deseas pasear en bicicleta a lo largo del Moldava? ¡No hay problema! En la fuente de Moldava, muy cerca de Kvilda en la región Šumava, comienzan las ciclo-sendas y pasan por Český Krumlov, České Budějovice, la represa de Orlík, hasta llegar a Praga y continúan a Mělník. Por el camino podrás admirar el carácter pintoresco y montañoso del paisaje. Las ciclo-sendas de asfalto son predominantes, no faltan las de gravilla y de vez en cuando pasearás por caminos boscosos. Te recomendamos que optes por una bicicleta trek o de montaña. Tu bicicleta de carretera mejor debe quedarse en casa… La ciclo-senda completa mide 456 km y es parte del sistema internacional  EuroVelo 7. ¿Y cuáles son las mejores partes de la senda? En la región de Šumava, antes de llegar a Lipno. Recomendamos probar tan siquiera una parte de la senda de Šumava.

Castillos y palacios a lo largo del río Moldava

¡No solo la Loira francesa está rodeada de castillos y palacios! Moldava también ofrece monumentos y residencias antiguas a visitar. El río atrae a la gente desde tiempos remotos y así, a lo largo de los siglos, han crecido castillos, monasterios y palacios en las cercanías del río Moldava. Algunos se han conservado, otros se convirtieron en ruinas románticas. El primero, a lo largo del curso del río, es el monasterio en Vyšší Brod. La visita de la ciudad habitada por una comunidad monacal restablecida incluye también la visita de la catedral Nanebevzetí Panny Marie (Asunción de Nuestra Señora), la biblioteca en el estilo de rococó y varios otros interiores con valiosas colecciones de obras históricas y de arte. Un par de kilómetros después, podrás ver el castillo medieval monumental Rožmberk que se yergue en una roca sobre del río. Aquí también podrás visitar los interiores del castillo y así conocerás la vida en aquel entonces en el castillo. El río Moldava fluye por el centro de la ciudad Český Krumlov —una perla de la arquitectura de renacimiento—. El palacio, los monasterios, los jardines, el centro de la ciudad y sus museos  son dignos de visitar. De día la ciudad es frecuentada por visitantes, pero los autobuses turísticos por la tarde se van y la tranquilidad y el bienestar comienzan a reinar en la ciudad. Te recomendamos que pases aquí al menos una noche. El río Moldava continúa hacia el monasterio medieval denominado Klášter Zlatá Koruna; uno de los conjuntos más apreciados de la arquitectura gótica en Europa Central. El monasterio dejó de funcionar desde hace 200 años, no obstante hasta el día de hoy ha conservado su carácter cautivador.  El río te llevará hacia la ruina romántica del castillo Dívčí kámen.  El castillo fue abandonado por sus habitantes en el siglo XVI y solo los cimientos de sus murallas se han conservado hasta hoy… Moldava te guiará por el palacio fabuloso Hluboká, alrededor de los castillos Zvíkov y Orlík. Su trayectoria de más de 400 km prácticamente termina en Praga y cerca del palacio de Mělník el río Moldava se une con el río Elba. ¡Moldava tiene mucho que ofrecer!