El mundo del cristal en Karlovy Vary ¿Deseas vivir una experiencia inolvidable? Te recomendamos que visites la fábrica de cristal Moser en Karlovy Vary en la localidad del balneario de Bohemia del Oeste . Es el único lugar donde puedes descubrir el ambiente auténtico de la producción cristalera, sentir el aroma de los moldes de madera horneados, y sumergirte en la historia de la fábrica de cristal Moser. En el taller conocerás el arte del soplado y del moldeado del cristal, también descubrirás las materias primas que se utilizan en la cristalería, las herramientas y los procedimientos de producción. Es una experiencia única en su tipo y para concluirla puedes comprar algo en la galería comercial de Moser que es la más grande de Karlovy Vary. El Centro de visitas de Moser cuenta además con un café que se llama CAFÉ Moser. Allí podrás tomar un delicioso café y pasteles hechos en casa, disfrutando de la vista a la plaza de Ludwig Moser con una fuente y escultura de cristal. Los mejores productos para los más poderosos del mundo ¿Cómo ha conquistado el mundo la fábrica de cristal Moser? Esta cristalería se dedica exclusivamente a la producción de cristal sin plomo. El procesamiento de esta masa de vidrio es muy complicado, no obstante, el resultado es perfecto: el cristal que no contiene plomo destaca por su espectacular brillo, luminosidad y especialmente por su dureza que permite tallar y gravar con lujo de detalles. Los diseñadores tienen la posibilidad de trabajar con masas de vidrio de Moser de transparencia característica y los colores de las piedras semipreciosas que destacan por su belleza. Pueden crear de este modo, singulares efectos ópticos. Gracias a su carácter y belleza excepcional, el cristal de lujo de Moser ha encontrado su lugar, desde hace más de 160 años, en residencias y palacios de monarcas, presidentes y representantes gubernamentales. Un cristal para el emperador La manufactura de Moser fue fundada en el año de 1857 en Karlovy Vary por el tallista y comerciante Ludwig Moser quién, casi 20 años después, abastecía a la corte imperial de Francisco José I, posteriormente, al Sha de Persia Musaffereddin y al Rey de Inglaterra Eduardo VII. La orientación plástica de la fábrica de cristal cambió a principios del siglo XX, cuando surgieron las técnicas decorativas que hasta el día de hoy caracterizan la producción de Moser. Las obras de cristalería de Moser se han convertido, por su peculiar belleza, calidad y fiabilidad de la marca, en un símbolo de reconocimiento y estima de personalidades excepcionales en el mundo entero.