Una silueta romántica, el punto dominante de la región y en su época también uno de los «castillos malditos». Así es Kokořín, castillo situado en un promontorio de piedra arenisca, en lo alto del romántico Valle de Kokořín. Cuando pase a la sombra de su torre cilíndrica, le costará creer que hace mucho tiempo se hallaba aquí el fondo de un mar mesozoico. Aún así, podrá emplear sus aptitudes de detective para encontrar sus vestigios, visibles en sus alrededores hasta hoy día.
Durante la visita irá descubriendo la turbulenta historia del castillo que, tras ser saqueado durante la Guerra de los Treinta Años, fue incluido por el emperador austríaco Fernando entre los «castillos malditos» que estaba prohibido reconstruir. El motivo fue su posición ventajosa, que amenazaba el poder del monarca.
Debido a ello, el castillo se convirtió, pasado algún tiempo en refugio de caballeros saqueadores, lo que supuso una amenaza en los extensos alrededores durante largo tiempo. No se olvide de subir a la torre cilíndrica del castillo desde donde se le ofrecerá una preciosa vista de toda la región de Kokořínsko.
Castillos misteriosos de los que cuentan leyendas
¿Le gustan los lugares misteriosos cargados de una energía especial? En ese caso no se pierda la visita al castillo de Houska. De él se cuenta que se hallaba encima de un hueco que conducía al infierno y que estaba vigilado por un terrible monje negro que no tenía cara. Otra de las curiosidades es la roca que atraviesa todo el castillo y que se puede ver tanto desde fuera como desde el interior.
Muchas leyendas se asocian también con uno de los castillos checos más majestuosos, Bezděz, que gracias a su ubicación en la cima de una alta colina, forma uno de los puntos dominantes de esta zona. La leyenda cuenta que en el castillo incluso está enterrado un tesoro que escondieron allí los monjes. El castillo está cargado de una energía especial, lo testimonia el hecho de que lo visitaba a menudo Karel Hynek Mácha, el poeta romántico checo más famoso y uno de los símbolos de esta región, quien solía buscar inspiración en Bezděz.
Por un laberinto hacia Tutankamón
La región de Kokořínsko no es sólo una zona llena de monumentos arquitectónicos. Es sobre todo una región donde encontrará preciosos panoramas naturales cual si fueran creados para ser explorados. Después de recorrer varios kilómetros por sendas señalizadas, podrá adentrarse por caminos estrechos en los peñones y dar riendas sueltas a su imaginación descubriendo sus formas bizarras.
Entre las formaciones más hermosas se cuentan, por ejemplo, los desfiladeros rocosos cerca de la encrucijada U Hájovny, donde se perderá entre las rocas que se alzan por encima de su cabeza alcanzando grandes alturas. Si es usted un alma romántica, no se pierda la puesta del sol desde un mirador en las rocas, cual si fueran creadas para la observación. Una vivencia auténtica le resultará el camino por el Laberinto, durante el cual tendrá que superar varios metros de roca empinada. La recompensa será, además de una fantástica sensación, ver al Tutankamón de aquí.
¡Descubra la región de Kokořínsko!
Bosques susurrantes, un silencio divino, hojas multicolores y rocas a cada paso. Así es el Sendero de Cinibulka, donde se puede sumergir en el mundo armónico de la naturaleza local. El Mount Rushmor checo. Así podríamos llamarlo, exagerando un poco, el cerro Čertovy hlavy, traducido como Cabezas del Diablo, en lo alto del pueblo de Želízky. Cuando suba a esta colina, se encontrará con dos relieves grandes de cabezas de seres míticos que recuerdan al diablo.
¿Le gustan los paisajes de panoramas lejanos? Póngase un buen calzado y diríjase hacia el mirador U Romandova o Na Čapské palici, desde donde tendrá la preciosa naturaleza de la región de Kokořínsko, como en la palma de la mano.
Ninguna visita a esta región sería perfecta sin ver sus símbolos, las llamadas «tapas». Como su nombre lo revela, aquí se sentirá como en una cocina gigantesca. Las «tapas» surgieron como consecuencia de la erosión de la caliza local. Con su forma recuerdan tapaderas colocadas sobre columnas de hasta doce metros de altura. No olvide mirarlas bien, porque dentro de pocos años pueden haber desaparecido debido a la erosión.
¿Le gusta el vino? ¡Haga una excursión a la cercana ciudad de Mělník! En la ciudad histórica situada en la confluencia de los ríos Moldava y Elba, podrá degustar lo mejor que ofrecen los viñedos de los alrededores.
Dirección
náměstí Míru 1
277 35 Mšeno