Este fantástico espectáculo se puede ver anualmente en el período entre las fiestas de los Reyes Magos y el Miércoles de Ceniza. Aunque los carnavales se celebran a lo largo de toda la República Checa, es en Hlinecko donde se han conservado en su forma casi original durante más de doscientos años. Los desfiles más bonitos los disfrutará sobre todo en Vortová, Studnice, Hamry, Blatno, Podhradí, Vitanov o en Stan cerca de Hlinsko.
¿Siente ese buen olor?
¿A qué se debe el origen de estos carnavales únicos? Simplemente eran opulentos festejos donde se comía copiosamente para soportar el prolongado ayuno de la cuaresma que como su propio nombre indica, duraba cuarenta días. Así, antiguamente se celebraban majestuosos festines reales, bailes en las ciudades y fiestas opulentas en las aldeas. Hasta el día de hoy se pueden probar durante los carnavales las delicias más diversas, desde exquisitos pasteles dulces, hasta sabrosas salchichas, morcillas o chicharrones que hay que acompañar, no puede ser menos, con el aguardiente casero de ciruelas «slivovice».
¡Forme parte del desfile!
¿A quién cree que encontrará a menudo en el desfile de carnaval? Los personajes principales son los turcos, el personaje de una mujer, las figuras de paja, el carnicero con una yegua o los deshollinadores. Tampoco faltan el oso, el judío o el portavoz del desfile, el llamado laufr, que pide permiso a cada uno de los dueños de la casa visitados por tan especial comitiva. ¡Pero usted también puede formar parte del desfile! Basta con unirse a los demás con un disfraz original. O si lo prefiere, también puede disfrutar del espectáculo como uno más de los centenares de espectadores que se acercan a contemplar tal espectáculo cada año.
No se olvide de traer a sus hijos
Los desfiles de disfraces de Hlinecko representan un magnífico espectáculo no solo para los adultos, sino también y sobre todo para los niños. Este fascinante estado de ebullición variopinta de gente contrasta a menudo con la blanca nieve circundante, es simplemente una experiencia difícil de olvidar. Si degusta, además, alguna de las delicias del carnaval y se sumerges al compás de las alegres canciones, enseguida olvidará todas sus preocupaciones.