Cordero de masa dulce de la Semana Santa
¿Por qué precisamente el cordero de masa dulce adorna las mesas de la Semana Santa en la República Checa? El cordero como símbolo de pureza, de primavera y de llegada de la vida nueva, tiene una larga tradición. Para los critistianos representa a Jesucristo, el Cordero de Diós. El cordero como comida ritual se conoce desde los tiempos precristianos cuando era el principal animal de sacrificio. Anteriormente había en el territorio checo muchísimas ovejas que apastaban tanto en las llanuras como en las zonas montañosas. Pero debido a muchas guerras y enfermedades (entre otras, por ejemplo la peste), las ovejas poco a poco fueron desapareciendo hasta llegar a ser un plato especial y caro. La carne que había en el campo, se vendían a las ciudades para tener algún dinero. Fue entonces cuando comenzaron a prepararse los corderos de masa dulce para no echar de menos este animal en la Semana Santa.

 

Para hacerlo se necesita un molde especial y un poco de habilidad. El resultado suele ser muy bonito y muy satisfactorio para el cocinero.

Ingredientes:
200gr harina de repostería
120 gr azúcar
4 cucharas agua caliente
4 huevos
4 cucharas de aceite
1 puño de nueces molidas
1 sobre de azúcar de vainilla
1 cucharita de impulsor
1 puño de pasas bañadas en ron
Aceite para engrasar y pan rallado para espolvorerar el molde

Elaboración:
Separamos las claras de las yemas. Las claras las batimos hasta tenerlas sólidas. Las yemas batimos con los dos tipos de azúcares, agua caliente y aceite. Posteriormente, iremos añadiendo poco a poco harina con el impulsor, las nueces molidas y las pasas. Al final echamos las claras batidas. La masa vertemos en el molde que debe estar engrasado y espolvoreado. Horneamos unos 40 minutos en en horno precalentado a 180 grados.
Al sacarlo del horno, separamos los bordillos de la masa del molde y dejamos enfriar, luego sacamos cuidadosamente. De las pasas hacemos los ojos del corderito. Podemos cubrirlo de chocolate o usar la cobertura de limón.