El conjunto de edificios representa una conglomeración única que sirve de ejemplo del desarrollo constante de la arquitectura industrial. Al visitar las instalaciones, puedes aprender todo lo que hay que saber de los 200 años de historia de fabricación de vidrio, así como el método y los materiales que se utilizan para la fabricación de un vaso de cristal común.
En la fábrica puedes adquirir preciosos productos de cristal de importantes artistas y fábricas de vidrio de la República Checa. También se puede encontrar un pequeño horno de fundición de vidrio, que funciona en eventos extraordinarios o cuando un número suficiente de personas visita el lugar. El manejo del horno se debe concertar por adelantado, por teléfono o correo electrónico.
Antiguamente, las fábricas de vidrio solían establecerse en lugares en los que los bosques proporcionaran suficiente leña para el calentamiento y la fabricación de carbonato potásico. Lo mismo se aplica a la fábrica de cristal de Tasice que, además, se construyó en un lugar rico en cuarzo de gran calidad. Ferdinand Čapek, maestro cristalero, fundó la fábrica en 1796, en un lugar en el que había habido antiguos hornos de fundición de vidrio del siglo XV. En 1844, la familia Rückel adquirió la fábrica y la sometió a una importante transformación.
Después de la costosa reconstrucción, la fábrica de cristal cerró con el estallido de la I Guerra Mundial. En 1928, Čeněk František Císař alquiló y, posteriormente, compró la empresa, y consiguió superar el periodo crítico de la crisis económica de los años treinta gracias a su talento para los negocios. Durante la ocupación, la fábrica de cristal funcionó bajo la supervisión del régimen nazi, que obligó al Sr. Císař a trabajar en ella como gerente. Pasada la guerra, la familia perdió la propiedad debido a una falsa acusación de colaboracionismo. El Sr. Císař no pudo soportar estas injustas acusaciones y se quitó la vida. Por fin, en los años 60 se pudo probar su inocencia.
En 1958, la fábrica de cristal de Tasice produjo diez grandes jarrones para el palacio presidencial de México; tras esto, pasó a pertenecer a la fábrica de cristal Kavalier de Sázava nad Sázavou y, poco a poco, la producción de vidrieras dejó paso a la de vidrio de laboratorio. Muchas de las fórmulas secretas, transmitidas de generación en generación, se perdieron. El mercado del vidrio no estaba abierto al mundo y los productos de vidrio solo se exportaban a países que tenían buena relación con antigua Unión Soviética, por lo que otros fabricantes de vidrio de Europa conquistaron el mercado. En 2004, Luboš Pipa compró la fábrica en ruinas e inició su cara reconstrucción. Posteriormente, en diciembre de 2012, el ingeniero František Milichovský adquirió la fábrica. En la actualidad, es uno de los 12 monumentos técnicos más importantes de la República Checa.
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