Ven a tomar una cerveza checa con 7 famosos
La cerveza es uno de los tesoros nacionales de Chequia, pues la tradición de su elaboración se remonta a la Edad Media. Invitar a tus mejores amigos a «tomar una» es una de las costumbres nacionales checas. Eso lo saben muy bien los famosísimos Rolling Stones, el presidente estadounidense Bill Clinton y muchas otras personalidades famosas que quedaron fascinados por el maravilloso ambiente de los auténticos bares checos. ¡Disfrútalo tú también!

Václav Havel - y los Rolling Stones van a los bares

El presidente checo Václav Havel adoraba el ambiente de los bares. Además de al famoso restaurante praguense U Pinkasů y al bar U Zlatého Tygra solía tomar también la Pilsner Urquell en el restaurante Na Rybárně (en la actualidad Origami Restaurant) en la calle Gorazdova cerca de la Casa Danzante. Después de la Revolución de Terciopelo allí tuvieron de clientes, por ejemplo, a Paul Simon o a los Rolling Stones. Y no menos legendario es el cercano restaurante Vltava (antes conocido como el bar Paroplavba), donde Havel junto con otros disidentes concluyó el manifiesto Několik vět («Unas cuantas frases»), que contribuyó a la caída del comunismo en Checoslovaquia.

U Pinkasů pub in Prague
U Pinkasů, Praga

Y un dato curioso, Havel trabajó como obrero en la fábrica de cerveza Krakonoš de Trutnov en Krkonoše. ¡Y justo allí, según cuentan los testigos, fue donde le enseñaron a beber cerveza al futuro primer presidente de Chequia! Y se dice que fue precisamente allí donde también nació su famosa obra de teatro Audiencia. Al visitar la fábrica de cerveza también se puede ver el lugar en el que Havel la escribió.

Bill Clinton - una cerveza con Havel y, después, una sesión de música improvisada en el Reduta

Havel and Clinton in the Reduta jazz club in Prague
Bill Clinton fue el segundo presidente de los EE. UU. que visitó Chequia, la República Checa. Y fue su segunda visita a Praga, pues ya había estado en la ciudad como estudiante en una visita durante la época más dura del comunismo. El avión con el distintivo Air Force One aterrizó en Ruzyně en 1994. Después de una reunión en el castillo de Praga recorrió las calles de Praga acompañado por Václav Havel y Madeleine Albright, oriunda de Checoslovaquia y primera mujer en ser nombrada por Clinton Embajadora de los EE. UU. ante la ONU.

Reduta jazz club in Prague
Reduta, Praga

Tomando una cerveza en el bar U Zlatého tygra conversaron con diversas personalidades de la cultura checa, después de la cena en Národní třída recordaron la Revolución de Terciopelo y, más tarde, se acercaron hasta el más antiguo de los clubs de jazz checos, el Reduta, para disfrutar de una sesión de música improvisada. Se dice que con el saxofón que le regaló Havel, el presidente de los EE. UU. tocó las composiciones de jazz Summer Time y My Funny Valentine. Para su estancia eligió las instalaciones del hotel Hilton en el barrio praguense de Karlín.

Bohumil Hrabal - inspiración cervecera

Bohumil Hrabal, uno de los escritores checos más famosos, tenía muy interiorizada la cultura de la cerveza. Pasó su infancia en la fábrica de cerveza Nymburk, cerca de Praga, de donde sacó la inspiración para escribir el libro «La pequeña ciudad donde se detuvo el tiempo». Previa solicitud, la fábrica de cervezas realiza visitas guiadas. Pero la versión cinematográfica del cuento Postřižiny («Tijeretazos») del oscarizado director Menzel se rodó en otro lugar, en la fábrica de cerveza Dalešice cerca de Brno.

U Zlatého tygra pub in Prague
U Zlatého tygra, Praga

En Praga, estaban algunos de los establecimientos favoritos de Hrabal. En U Zlatého Tygra, en el corazón del casco viejo de Praga tenía reservada una mesa delante de la cocina donde se sentaba junto a otros clientes habituales. Desde su residencia en el edificio U Kamenného zvonu en la Plaza de la Ciudad Vieja, que es una de las casas burguesas más valiosas de Praga y donde en la actualidad se encuentra la Galería de Praga, le quedaba muy cerca el restaurante U Pinkasů. Allí le gustaba disfrutar no solo de la deliciosa cerveza Pilsner Urquell, sino también del asado de cerdo con «knedlíky» (albóndigas de masa) de patata.

Leoš Janáček - una cerveza en el molino

En la actualidad, el compositor checo sigue siendo uno de los autores de música clásica más interpretados de todo el mundo. Las óperas de Janáček tienen éxito desde Nueva York hasta Tokio. Sin embargo, suele asociársele con la ciudad de Brno en Moravia del Sur, donde trabajó como compositor. Le gustaba relacionarse con la gente y frecuentar los cafés y los bares rebosantes de los mejores artistas y políticos. La cervecería Stopkova plzeňská pivnice cerca de la plaza Svobody, a donde solía ir, sigue funcionando hoy en día.

Stopkova Plzeňská Pivnice, Pilsen

Entre los lugares preferidos de Janáček estaba también la ciudad balneario de Luhačovice o las inmediaciones de su Hukvaldy natal, a donde le gustaba ir a pasear y pararse a tomar una cerveza, por ejemplo, en el Molino de Šmířák en Kozlovice. Y también el pintoresco Štramberk, del que solía decir que era el lugar más bonito de Chequia. Se dice que el ambiente romántico del pueblo a los pies de las montañas de Beskydy le inspiró para crear la ópera Jenůfa.


Štramberk

Antonín Dvořák - una cerveza y una bramboračka («sopa de patata»)

Al famoso compositor musical checo Antonín Dvořák, autor de la Sinfonía del Nuevo Mundo, le gustaba ir a «tomar una cerveza» y una sopa de patata a los bares de Praga. Le encantaban la cocina checa y la cerveza, y le gustaba ir, por ejemplo, a la fábrica de cerveza U Pravdů que se encontraba situada enfrente de su piso en la calle Žitná, en Praga. Pocos son los que saben que, durante su estancia en Estados Unidos, a este genio musical checo le encomendaron la tarea de componer un himno. Al final no lo consiguió hacerlo, pero su estancia en Estados Unidos contribuyó al desarrollo de la música clásica en el continente americano. Para saber más de la vida de Dvořák puedes visitar el Museo de Antonín Dvořák en la residencia de verano Amerika en Praga.


U Pravdů, Praga

Jaroslav Hašek - el rey de los bohemios checos y el autor del Švejk que adoraba la cerveza checa

Persona grata posiblemente en todos los bares checos y rey de los bohemios checos, Jaroslav Hašek, se hizo famoso con Las aventuras del buen soldado Švejk. Este escritor vivió una vida salvaje y llena de aventuras. Se decía que era capaz de beberse 30 cervezas en un día y que le encantaba el gulash. En Praga, en el restaurante Kravín al lado de la plaza Náměstí míru fundó su Partido por el progreso moderado dentro de los límites de la ley. Su famoso personaje de novela, Švejk, está asociado a los restaurantes U Fleků, U Kalicha y U Vejvodů, donde en unos preciosos locales históricos se tira la mejor cerveza checa. Hašek pasó los últimos días de su vida en un pequeño cuarto situado encima del restaurante U České koruny a los pies del castillo de Lipnice en Vysočina. Se dice que su mesa favorita estaba entrando a mano izquierda.
 

U Fleků pub in Prague
U Fleků, Praga

Mozart - juergas nocturnas en el corazón de Praga

Este niño mimado de los praguenses solía ir al restaurante U Tří zlatých lvů cerca de la Plaza de la Ciudad Vieja, justo en la casa en la que se solía alojar Mozart cuando visitaba Praga. Durante sus famosas correrías nocturnas solía frecuentar también los locales de la calle Celetná. Y también cuenta la leyenda que en algún lugar del corazón de Praga se encontró con un arpista, para el que compuso una pequeña obra mientras esperaba. Otro de los lugares en los que se encuentran las huellas de Mozart es la taberna medieval U krále Brabantského en Malá Strana, que es uno de los restaurantes más antiguos de Praga que sigue en funcionamiento.


U Krále Branbatského, Praga