Este año se celebra el trigésimo aniversario de la independencia de la República Checa. Se creó en 1993 tras la desintegración de Checoslovaquia, el Estado común de checos y eslovacos.
Un divorcio de terciopelo
Checoslovaquia se fundó en 1918, al acabar la Primera Guerra Mundial, tras la caída de la monarquía austrohúngara. La coexistencia de checos y eslovacos dentro de Checoslovaquia duró, con pocas interrupciones, 74 años. Al filo de la medianoche del 31 de diciembre de 1992 y hasta el 1 de enero de 1993, se crearon dos nuevos Estados, la República Checa y la República Eslovaca. Debido a su curso pacífico, la división de Checoslovaquia se conoce como el divorcio de terciopelo.La escena: Tugendhat
Las negociaciones clave para la división de Checoslovaquia se celebraron en Brno. Políticos checos y eslovacos se reunieron en el jardín de la villa Tugendhat a negociar los términos de la ruptura. En nombre de la parte checa negoció Václav Klaus, más tarde Presidente de la República Checa. La villa Tugendhat es uno de los mayores tesoros arquitectónicos del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fue diseñada por el fenomenal funcionalista alemán Ludwig Mies van der Rohe. Se construyó en la década de 1920 y su interior se puede descubrir en visitas especiales.Václav Havel: el renacimiento de un Presidente
El último presidente checoslovaco, Václav Havel, elegido para dirigir el país tras la revolución de terciopelo de 1989, se tomó muy a disgusto los esfuerzos por dividirlo. En julio de 1992, presentó una carta de abdicación al Parlamento checoslovaco, que tenía la sede en lo que hoy es el nuevo edificio del Museo Nacional de Praga. Sin embargo, unos meses más tarde regresó al castillo de Praga, cuando en enero de 1993 se convirtió en presidente de la recién creada República Checa.