La familia principesca de los Lichtenstein es una de las más antiguas familias aristocráticas en Europa central. Por más de 700 años vivían y gobernaban en sus señoríos que se extienden por toda Moravia. El núcleo de sus señoríos, sin embargo, siempre estaba en Moravia del Sur. Les pertenecían, por ejemplo, los palacios en Valtice, Lednice, Bučovice, Úsov, Plumlov o en Velké Losiny y las ciudades Břeclav, Opava y Krnov. ¡Tenían un gran mérito en la formación de la cultura, se dedicaban al desarrollo del cultivo de vino y a la cría de caballos. ¡La excursión tras las huellas de los Lichtenstejn te colmará de sorpresas!
Un parque enorme. Hasta donde tus ojos pueden ver.
En Moravia del Sur, cerca de la frontera con Austria, se extienden las ciudades Valtice con su majestuoso palacio barroco y Lednice y una romántica residencia de verano construida en el estilo neogótico. Ambos palacios eran propiedad de los Lichtenstein quienes decidieron crear entre los dos palacios un conjunto compuesto de paisajes. Su nombre actual es Lednicko-valtický areál (Recinto de Lednice y Valtice) y está inscrito en la Lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. Todo el recinto fue construido durante los siglos XVIII y XIX. Este lugar originalmente debía ser convertido en el centro del señorío. ¿Qué hay en el recinto? No solo palacios y parques, por todo el recinto se pueden ver obras grandes y pequeñas, entre ellas, por ejemplo, el Invernadero de palmas histórico - el Templo de de Apolo, las ruinas artificiales Janův hrad (el castillo de Juan), la columnata en Reistna, el palacete Pohansko, la catedral de las Tres Gracias o la catedral de Diana denominada Rendez-vous, un palacete de caza que destaca por la forma inhabitual de su arco clásico de la victoria, también un minarete de 62 metros de altura construido en 1802. Es la obra con mirador accesible más antigua en la República Checa. La mejor forma de recorrer todo el recinto quizás sea en bicicleta. Los palacios de Lichtenstein
La familia principesca en Moravia y Silesia era propietaria también de más palacios, a parte de Lednice y Valtice. Entre otros monumentos que esta familia ha dejado figuran los palacios en Mikulov y Bučovice y el castillo de Šternberk. La obra barroca dominante en Mikulov, Moravia del Sur, hoy día es sede de un museo que ha instalado en los espacios y las bodegas del palacio la exposición de vinatería más grande, en toda la República Checa. ¡Una vez te decidas a hacer la visita, verás una barrica de vino gigantesca del año 1643!El palacio en Bučovice, cerca de Brno, fue construido en el estilo renacentista. Aquí podrás conocer el aspecto de un típico patio de renacimiento, con una fuente creada en el estilo de manierismo, podrás admirar también bellas salas representativas con pinturas extraordinariamente interesantes – por ejemplo, la Sala de los sentidos con alegorías a los sentidos humanos, como figuras femeninas y animales. Lo interesante es que la singular decoración plástica de estuco en la Sala Imperial, originalmente estaba destinada a Viena. El palacio dispone de un jardín barroco de simetría perfecta.
¿Y el castillo de Šternberk? Este castillo se encuentra un poco más al norte, cerca de la ciudad Olomouc en Moravia Central. El castillo adquirió su aspecto de hoy a fines del siglo XIX cuando el príncipe Juan II de Lichtenstein lo dotó de muebles históricos, pinturas, plásticas y tapices históricos. Los interiores lucen como una vidriera para mostrar la pasión coleccionista del propietario. Se centraba en coleccionar artefactos del Renacimiento italiano, y hasta el día de hoy su colección se puede considerar extensa. No te pierdas un paseo por el bosque-parque del palacio que data de principios del siglo XX.
El espíritu de los Lichtenstein reina en muchas partes. Por ejemplo, en la iglesia de Křtiny, en Slavkov o en Moravský Krumlov. Otra curiosidad es el panteón familiar, o más bien mausoleo, en Vranov u Brna. Es el único camposanto europeo de los gobernadores del estado independiente – Lichtenstein que se extiende en el territorio de otro país.
