Tres joyas en el mismo centro de Bohemia
Todas están muy cerca, a apenas una hora de viaje. Tres testigos de un pasado lejano y no tan lejano bajo la viglancia de la UNESCO.

La misteriosa Kutná Hora

En dirección al este de la capital está la ciudad medieval de Kutná Hora, una bonita y misteriosa mujer. Entre sus misterios destacan la catedral, las iglesias, el convento, las casas patricias, sus misteriosos rincones, los sótanos abovedados y las joyas arquitectónicas, urbanísticas y escultóricas del gótico y del barroco. En la Edad Media se explotaba la plata, se acuñaba moneda, floreció aquí el comercio y, de hecho, tuvo aquí su residencia el rey checo.

Una persona se puede quedar enmudecida de asombro bajo la bóveda de una de las más bellas catedrales góticas de Europa, consagrada a Santa Bárbara, puede pasear por el patio y por las cámaras del antiguo palacio del rey Wenceslao IV, Vlašský dvůr (la Corte Italiana), puede contener el aliento al bajar al Osario del monasterio de la Orden Cisterciense y con una mezcla de admiración y congoja contemplar el altar, los escudos, las lámparas de araña, las pirámides y los obeliscos creados a partir de los huesos de las víctimas de una epidemia de peste, puede también entrar en la única Casa de Piedra gótica y convertirse durante un momento en un artesano medieval o directamente en un cocinero.

Sugerencia: La historia de la iglesia

Escucha la historia de la construcción de la iglesia, que duró cinco siglos y fue interrumpida en diversas ocasiones por los acontecimientos históricos. La iglesia de Santa Bárbara desde su origen fue pensada como construcción representativa. Se levantó bajo el patrocinio de los vecinos ricos de Kutná Hora. Su origen expresa la tensión de la época entre Kutná Hora y Praga y el poderoso convento en el cercano pueblo de Sedlec. Esta enorme construcción corta el aliento con su arquitectura exterior y las ricas pinturas murales del interior.

El orgulloso Karlštejn

Al oeste de Praga encontramos uno de los símbolos y edificios dominantes de la República Checa, el grandioso Karlštejn, hecho de piedra, orgullo de la arquitectura gótica checa. Es como si el tiempo se sentara en un rincón y no se atreviera a interferir en la respiración de la historia. El palacio y las cámaras, los largos y espaciosos pasillos, las inexpugnables murallas y las severas torres del castillo, y sobre todo la joya más valiosa, la capilla de la Santa Cruz, con un conjunto único de 129 pinturas góticas sobre tabla del Maestro Teodorico.

Un Konopiště de cuento

En el sur, en un hermoso parque con bosques y lagos, aparece un palacio como de cuento. Es un lugar atravesado por el espíritu de la etiqueta de la corte de principios de siglo XX, por los estupendos uniformes de la corte del emperador, las camisolas de caza y los primeros automóviles. El último que modificó el palacio de Konopiště a su manera fue Francisco Fernando D´Este, heredero del trono del emperador austro-húngaro. Sus maravillosas colecciones de caza, un arsenal, pomposos salones y dormitorios, despachos y un comedor privado, en todo esto ha permanecido hasta hoy el espíritu de un hombre cuya muerte en la lejana ciudad de Sarajevo desencadenó la Primera Guerra Mundial.