No lo encontrarás en el mapa, pero existe: el Valle del cristal (Křišťálové údolí), un lugar único, en el que nació y sigue viviendo desde hace siglos la tradición del cristal checo.
Este encantador rincón de Chequia con numerosas fábricas de cristal repartidas como cuentas de vidrio sobre la hierba se extiende desde las montañas de Jizera y Lužice pasando por el geoparque Paraíso de Bohemia, patrimonio de la UNESCO, hasta la más alta de las cordilleras checas, Krkonoše.