No hacen falta piedras preciosas
La joyería es un capítulo aparte. ¿Sabías que Chequia es uno de los principalesproductoresmundialesdejoyería y bisutería? Los artesanos locales que sentaron las bases de la joyería de fama mundial de Jablonec aprendieron el arte de hacer cuentas de abalorio de cristal de los maestrosvenecianos. ¿Quién no conoce las cuentas de vidrio checas que nacieron en el Valle del cristal (Křišťálové údolí) hace más de tres siglos? Allí, en el Museo del cristal y la bisutería de Jablonec nad Nisou, se encuentra la mayor colección de joyas no solo de Chequia, sino de toda Europa. Y, por cierto, a muy poca distancia de allí nació Daniel Swarovski. ¡Sí, justo ESE Swarovski!
¿Un árbol de Navidad que parece una fotocopia? No, gracias.
Si bien los talleres de joyería y esmerilado se encuentran fundamentalmente en la región del Paraíso de Bohemia, para poder familiarizarte con la tradición de fabricación de adornos navideños y bolas o perlas sopladas tendrás que ir a Krkonoše. ¡Justo allí, en un pueblo llamado Poniklá, se crean los frágiles y delicados adornos de formas y colores diversos que no podrás encontrar en ninguna otra parte del mundo! Forman parte incluso de la lista de patrimonio de la UNESCO. ¿Te gustaría saber cómo se hacen estas pequeñas piezas brillantes? ¿O incluso te gustaría hacer con tus propias manos algún adornito? ¡Acércate hasta la empresa Rautis en Poniklá!
Y si ya estás cansado de los adornos navideños, acércate hasta el museo de Jablonec del que te hablamos antes. Dentro de la exposición World of Wonders podrás admirar al menos una parte de la mayor colección de adornos navideños del mundo. ¡GUAU!