Kvilda se sitúa en el corazón mismo de Šumava, bajo la cima de la montaña Sokol, de 1.253 m de altitud. Unas treinta casas, que conforman esta localidad, están dispersas por la meseta circundante que presenta numerosos pantanos y brezales. Cuando está terminando el otoño, las laderas locales se cubren de nieve que permanece aquí durante largos meses debido a la elevada altura que alcanzan sus montañas. Desde ese momento acuden aquí todos los que aman esa sensación de salir con sus esquís de fondo para recorrer la naturaleza y descubrir otros fragmentos del fantástico mosaico que crean las bellezas del Parque Nacional de Šumava.
¡Vaya a recoger un pastel!
¿Hacia dónde dirigirse desde Kvilda? Elija entre las rutas señalizadas que le llevarán a través de los lugares más bonitos de los alrededores. Si siente que sus fuerzas solo le alcanzan para recorrer una ruta fácil, el lugar ideal para usted será el pueblo de Horská Kvilda. Recorrerá un terreno llano de poca dificultad, que pasa a lo largo de una de las joyas de Šumava, que es la turbera Jezerní slať, en español Turbera del Lago. Y después no deje de recompensarse por su esfuerzo! Visite la famosa pensión Hones para probar el pastel de arándanos local que hasta donde alcanza vista no tiene competencia igual. De Horská Kvilda puede continuar a Churáňov o Zhůří y volver a través de Filipova Huť, donde contemplará unas vistas bonitas de la segunda montaña más alta de Šumava, Roklan.
Con vistas a los Alpes…
¿Las cimas de los Alpes en Šumava? ¡Por qué no! Son los picos de los Alpes que puede contemplar cuando opta por la ruta de 6 km de Kvilda a Bučina, si hay buena visibilidad. El camino no es nada difícil y puede amenizarlo girando hacia Knížecí Pláně, una maravillosa población situada justo en la frontera checo-alemana. Entre los circuitos favoritos se incluye el de 18 km de longitud que parte de Kvilda, a través de los Nacimientos del río Moldava, que son uno de los destinos turísticos más conocidos de toda la sierra de Šumava. Desde allí, la pista blanca le llevará al tramo final, Stráž y Bučina y luego de vuelta a Kvilda.
Con esquís de fondo por toda Šumava
Las rutas de esquí de fondo bien acondicionadas y señalizadas no se encuentran solo en los alrededores de Kvilda. Aquí se conectan a la vía principal otras que le llevarán a más rincones de Šumava, incluidos los centros turísticos más populares como son Churáňov, Modrava o Borová Lada, desde donde puede continuar por la famosa Ruta de Věžec. También los alrededores de Železná Ruda presentan excelentes condiciones. Desde allí parten rutas hacia la estación de esquí de Špičák o hacia Pancíř. Otro de los recorridos más bonitos es el que conduce de Prášily a través de Nové Hůrky al lago glaciar Laka.