Región de Třeboňsko

El paisaje actual de la región de Třeboňsko surgió inicialmente en la época medieval, cuando empezó a desarrollarse la piscicultura. La carpa de Třeboň, que ostenta la Indicación Geográfica Protegida de la Unión Europea ya desde 2007, es garantía de alta calidad. En la gastronomía checa desempeña un papel insustituible, ya que se convirtió en la comida típica de la Noche Buena. Los estanques más importantes se llaman Svět y Rožmberk, el más grande de la República Checa.

En esta región prácticamente no encontrará colinas. La región de Třeboňsko presenta condiciones excelentes para el ciclismo cómodo del que podrán disfrutar también familias con niños. Por el contrario, en sus inmediaciones y con un terreno más accidentado, la zona de las montañas Novohradské hory entusiasmará a aquellos ciclistas que busquen adrenalina durante su recorrido.

Los monumentos reflejan la rica historia

Sin embargo, en la región de Třeboňsko, Ud. puede ver mucho más que el paisaje místico de superficies de agua. Debido al alto nivel cultural de las estirpes aristocráticas locales, fueron surgiendo aquí castillos suntuosos y ciudades ostentosas, a través de los siglos. El corazón natural de la región es la ciudad balneario de Třeboň, donde puede pasear por el casco histórico o visitar el valioso palacio renacentista. Tampoco se olvide de visitar la cercana tumba suntuosa de los Schwarzenberg en la que reposan 26 miembros de esta estirpe famosa.

Descubra la región de palacios renacentistas y artistas mundialmente conocidos

Durante su estancia en la región de Třeboňsko, no se puede perder, de ninguna manera, una de las ciudades checas más hermosas. Jindřichův Hradec, que se enorgullece de un extenso palacio renacentista con el que está vinculada la leyenda sobre la Dama Blanca Perchta de Rožmberk.

Por su parte, en el palacio de Stráž nad Nežárkou, puede desvelar la historia de una de las cantantes de ópera más famosas del siglo XX, Ema Destinová, a cuyos pies estaba todo el mundo en su época. Inició su carrera en Berlín y consiguió un contrato en la Ópera Metropolitana de Nueva York. Interpretó una serie de canciones e incluso escribió varios poemas y novelas.