El aspecto actual de la catedral es el resultado de un proceso de construcción que se prolongó durante más de mil años. Ya en el siglo X, se hallaba en este lugar una rotonda románica. Sin embargo, fue el rey checo y emperador románico Carlos IV quien erigió los cimientos de la catedral actual, en 1344, inspirándose en las iglesias monumentales de Francia. Su construcción no se acabó hasta el año 1929, exactamente mil años después de la muerte del santo patrono más importante de los checos, San Venceslao.
Nada más adentrarte en las entrañas de la catedral, sentirás el «aire cargado de historia». Las poderosas columnas sostienen una bóveda majestuosa, y entre ellas brillan rayos iridiscentes del sol de la tarde que penetran a través de vitrales cuidadosamente decorados. La parte más importante de la catedral es la capilla de San Venceslao de gran belleza, que alberga las joyas de coronación checas, de incalculable valor, guardadas tras siete cerraduras. En la catedral, también hallarás las tumbas de cinco santos, reyes, príncipes y arzobispos, entre las cuales destacan las sepulturas de San Juan Nepomuceno y Carlos IV. Puedes terminar tu visita a la catedral subiendo a su torre sur, desde donde contemplará unas magníficas vista panorámicas de una de las ciudades más hermosas del mundo.
Dirección
III. nádvoří 48/2
119 01 Praha 1 - Hradčany