Eneldo en la gastronomía checa
El eneldo es una planta primaveral, muy aromática e igual que el cilantro tiene tanto grandes apasionados como también absolutos detractores. Los checos tienen como especialidad una salsa agridulce de eneldo que sirven con carne de vaca o con huevo duro. Otra especialidad regional es una sopa muy espesa, „Kulajda”. El eneldo no puede faltar en los botes de pepinos conservados. Muy pocos saben que las abuelas utilizaban también las semillas de eneldo cuyo sabor se parecía mucho al del comino. Sin ellos no se podía preparar bien el asado de cerdo o cordero, se añadían a los rellenos o molían para quark (requesón) para que no se pusiera malo. Al eneldo se le atribuyen además propiedades antibacterianas y se dice que es efectivo contra el temible estafilococo áureo. Los árabes echaban eneldo al vino para que no se pudriera y también a la leche para que no se cortara.

A continuación os facilitamos dos recetas tradicionales checas de eneldo que hemos mencionado más arriba. Esperemos que bien hayan elegido la primera o bien la segunda, el plato os guste y disfrutéis de ello.

Salsa de eneldo (koprová omáčka)

Preparación: 10 minutos
Cocción: 20 minutos
Número de raciones: 4 


Ingredientes:
50 gr mantequilla
60 gr harina
1/2 l de agua o de caldo de carne
2 cucharadas de eneldo cortado
1/2 l nata para cocinar
1–2 cucharadas de vinagre
2–3 cucharadas de azúcar
sal

Elaboración:
En la olla tostamos harina, añadimos mantequilla y 2/3 de agua o de caldo, sazonamos y dejamos cocer a fuego lento. 

Mientras tanto, en otra olla cocemos un ratito el eneldo con el resto de agua (caldo). Luego lo echamos a la salsa y mientras estamos removiendo, añadimos poco a poco la nata. La salsa debe de ser cremosa. Sazonamos al gusto y aliñamos con vinagre (con cuidado).
Servimos con patata cocida o huevo duro. En Chequia se suele acompañar esta salsa con dumplings y carne de vaca.