El relleno de Pascua para el Jueves Santo
La Semana Santa en Chequia estaba relacionada con muchos platos típicos de esta época del año: el Miércoles de Ceniza se comía „trhanec” (comida debía de tener un aspecto feo y no bien cuajado), el Jueves Santo (para los checos el Jueves Verde) se debía cocinar algo verde (se utilizaba mucho perejil, espinaca u otiga en la elbaoración de los platos), el Viernes Santo, el día de la vigilia, se preparaba pescado o sopas muy contundentes, y el Sábado Blanco, „mazanec” (pan redondo dulce hecho de masa de levadura). El Domingo de la Resurrección, el día de la culminación de la Semana Santa, no podía faltar la carne al horno. Y quién no podía permitirse la carne, preparaba el cordero de masa dulce - „beránek” (hecho de masa de bizcocho, espolvoreado con azúcar glas y bañado en chocolate). El Lunes de Pascua se consumía comida a base de huevos ya que el huevo era el símbolo de renacimiento, de algo nuevo que acababa de empezar.
De todos los platos que acabamos de contar, hemos elegido la receta más clásica y muy sencilla. Se trata del relleno con carne ahumada con hierbas frescas. La preparación es fácil, basta con seguir nuestros pasos.

Ingredientes:
800 gr carne ahumada (se puede sustituir por bacon poco graso)
1 barra de pan
8 huevos
250 ml leche
Sal y pimienta
Un poco de nuez moscada rallada
Un puño de hierbas frescas según gusto (perejil, cebollino, albahaca)
Aceite y pan rallado para espolvorear el molde
 
Elaboración:
Cocinamos la carne ahumada, sacamos y dejamos enfriar (si utilizamos baco, saltamos este paso) y cortamos en pequeños dados. El pan cortamos en trozos pequeños y echamos en una fuente. Rompemos los huevos y separamos las llemas de las claras. Las yemas batimos con leche, añadimos sal, pimienta y nuez moscada. La mezcla la vertimos sobre el pan cortado y dejamos empapar bien. Añadimos la carne cortada en dados y las hierbas frescas cortadas. Mezclamos. Batimos las claras hasta tenerlas sólidas y poco a poco las iremos añdiando a la masa. 
 
Precalentamos el horno a 200 grados. Al molde que hemos embadurnado y espolvoreado con pan rallado, echamos la masa. Horneamos unos 35-40 minutos hasta que no se forme una capa dorada.
 
Se puede servir caliente o frío; siempre gustará. En la cocina moderna checa ya existen sus modificaciones. Se prepara el relleno vegetariano donde se sustituye la carne por espinaca u ortigas frescas. ¡A gusto de todos!