Las orquestas mundiales más destacadas, directores de orquestas e intérpretes de la música clásica se encuentran en Praga todos los años gracias al festival que divulga el buen nombre de los compositores más famosos checos y de la música checa. Claro que la obra de Antonín Dvořák está en el centro de la atención. El festival atrae al público joven por una campaña original de street art “La música clásica sabe divertir“ y les invita al Club de jóvenes. El programa ofrece también el día de familia para los visitantes más pequeños. Los conciertos se celebran en la sala de Dvořák de Rudolfinum, en la catedral de San Vito del Castillo de Praga, en la sala de conciertos del Conservatorio de Praga y en Pražská křižovatka.