Ni la República Checa queda atrás de otras metrópolis europeas y desde el año 2008 se une con ellas con el apoyo de LGTB cultura. Desde ese tiempo se llenan las calles de las ciudades checas con colores del arco iris. Lo vale para Praga y así mismo para Brno. Allí empezó la tradición de las marchas por los derechos de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales debajo del patrocinio de la famosa tenista checa Martina Navrátilová. Tres años después paso la marcha del arco iris también por Praga. Cada año participa en el evento más y más gente – desde la República Checa y así mismo del extranjero. Y para ello tienen algunas razones, aparte de la lucha por los derechos humanos, es muy amplio el programa de acompañamiento y una atmosfera relajada.