Un diamante en la garganta
Emmy Destinn nació en 1878 en Praga en el seno de una familia rica, donde no faltaban las musas. Pintaba, escribía poemas, tocaba el piano e incluso cantaba. Esta última musa fue la que más la inspiró, pues el canto se convirtió en la pasión de su vida. A los veinte años debutó en la Ópera de Dresde donde demostró su talento y se volvió imparable. ¡Su carrera la llevó incluso hasta Nueva York, donde conquistó la Ópera Metropolitana!
Diva palaciega de la ópera
Al buscar su vivienda permanente en Chequia se enamoró de un pequeño palacio rural en Stráž nad Nežárkou en Bohemia del Sur, que incluía también bosques, estanques, una fábrica de cerveza y una destilería. Llevo a cabo una restauración muy cara de la mansión y en ella colocó preciosas colecciones de muebles, instrumentos musicales, jarrones japoneses, joyas y souvenirs de temática napoleónica y cuadros.
El equipamiento del palacio no se ha conservado íntegramente, pero aún así el palacio está lleno de música. Allí, periódicamente, se celebran conciertos de música clásica, recitales o lecturas de autor. Durante julio y agosto estarán abiertas al mismo tiempo tres rutas de visitas turísticas para conocer la vida de Emmy Destinn.
¡Costará una Emmy, por favor!
Emmy Destinn era tan popular que, cuando a principios de los años 90 del siglo pasado comenzó a hablarse de qué mujer debería estar en los billetes checos, Emmy fue una opción clarísima. Puedes encontrarla en los billetes checo de 2000 coronas.
Cuando Emmy Destinn murió, pidió ser enterrada en el jardín de su palacio. Pero su deseo nunca se cumplió, está enterrada en el cementerio de Vyšehrad entre las grandes figuras checas del arte y la política, el lugar al que pertenece por derecho propio.