7 enigmas de las bibliotecas checas
El 23 de abril se celebra en el mundo como el Día del Libro, mientras que en República Checa el mes de marzo se conmemora, desde hace casi 70 años, el Mes del Libro. ¿Cuál es el origen de esta tradición? y ¿Cómo es el mundo de libros bellos, bibliotecas llenas de sabiduría, rarezas y curiosidades bibliotecarias? Juntos vamos a echar un vistazo a las bibliotecas más bellas del mundo, revelaremos el secreto de los libros encadenados y hablaremos sobre un mapa asombroso.

1. Marzo – Mes del Libro

El Mes del Libro se conmemoró por primera vez en el año 1955. El objetivo fue llevar los libros a cada hogar, a cada rincón de nuestro país, hacerlos llegar al mayor número de personas posible. En el régimen pasado se trataba especialmente de la literatura marxista y leninista; no obstante, también en aquel tiempo todo este proyecto fue encabezado por bibliotecas y librerías; por lo tanto, una serie de eventos, debates o tardes de poesía transcurrían libres de cualquier balasto ideológico. El propósito resultó bastante exitoso: hasta en empresas y fábricas siderúrgicas comenzaban a funcionar bibliotecas y gracias a ello, muchísimos lectores entusiasmados y amantes del libro comenzaron a visitar bibliotecas municipales. Hasta hoy, el mes de marzo es considerado el mes del libro: se organizan diversas ferias de libros, casas editoriales y librerías ofrecen títulos a precios favorables.

2. La biblioteca más bella del mundo

La biblioteca jesuita barroca en Klementinum de Praga ya muchas veces fue titulada la biblioteca más bella del mundo. Es obra del maestro de la arquitectura barroca, Kilián Ignác Dientzenhofer. Fue abierta por primera vez en el año 1722 para los fines de la universidad jesuita y desde ese tiempo su aspecto prácticamente no ha cambiado. La biblioteca cuenta con 20 mil tomos de literatura teológica, sobre todo en otros idiomas. Los libros con lomos blanqueados y con marcas rojas están aquí desde la era de los jesuitas. Aparte de libros, aquí se puede ver una colección de globos históricos entre los cuales se extiende un reloj astronómico. La biblioteca jesuita en Klementinum fue una de las fuentes básicas para la Biblioteca Nacional de República Checa, que es la biblioteca más grande en nuestro país y, a la vez, una de las más antiguas bibliotecas públicas checas. Desde el año 1782, los tipógrafos praguenses tenían la obligación de enviar a la Biblioteca Nacional un ejemplar de cada libro que habían elaborado, desde el año 1807 esta obligación se extendió a talleres tipográficos en toda Chequia y se mantiene vigente hasta hoy en lo que respecta a casas editoriales.


3. Los récords de las bibliotecas checas

El núcleo más antiguo de los fondos históricos de la Biblioteca Nacional de hoy está creado por manuscritos de la Universidad Carolina. El fundador de la Universidad Carolina, Carlos IV, en 1370 dedicó a la Universidad 114 manuscritos provenientes del legado de Vilém de Lestkov, entre ellos también tres códigos. Los documentos más antiguos que se encuentran en la biblioteca son los papiros griegos del primer siglo de nuestra era. El libro más pesado en la colección de Klementinum es Gradual de Lobkovic, que pesa más de setenta kilogramos. El libro más valioso es el Código de Vyšehrad. Según los eruditos, el libro fue destinado para la coronación de Bratislao II, que se efectuó el 15 de junio de 1086, por lo tanto, a veces es considerado una de las joyas de coronación checas. Su valor es estimado en mil millones de coronas.

4. Libros encadenados

En algunas bibliotecas de monasterios, en la Edad Media, los libros estaban colocados en unos pupitres de lectura y encadenados. De este modo, estos „Libri catenati“ se quedaban en la biblioteca y no era posible llevárselos, al menos no sin la autorización de los bibliotecarios. Posteriormente, los libros se colocaban en posición vertical, en forma de estantes, y las cadenas con el tiempo se iban eliminando. Una sola huella de las cadenas se ha conservado hasta la actualidad: podemos observar un orificio pequeño o un ojal metálico en la placa posterior. Los libros encadenados, sin embargo, representan una rareza en las bibliotecas checas: fueron descubiertos, por ejemplo, en la biblioteca histórica de la escuela municipal en Jáchymov y en la biblioteca del monasterio franciscano en Cheb.


5. La biblioteca más erudita en Chequia: Biblioteca Nacional Técnica

La Biblioteca Nacional Técnica en el barrio praguense Dejvice, del año 2009, es la más moderna en Chequia. No solo es moderna, sino también ecológica, no precisa de calefacción ni de climatización, en su mayoría, durante los días cálidos de verano. La obra completa es vigilada por un sistema controlado por ordenadores y mantiene automáticamente condiciones climáticas óptimas en los interiores. En la biblioteca hay más de 230 mil tomos de literatura técnica (la capacidad total es de un máximo de 660 mil), en tres almacenes subterráneos hay espacio para otros 1,2 millones de libros. La biblioteca, por dentro y por fuera, tiene aspecto de un plano técnico tridimensional y en la escalera se pueden observar datos cronológicos que informan en qué tiempo llegarás arriba y cuántas calorías quemarás por el camino.

6. El libro más enigmático

Aparte de la Biblia del Diablo o del Manuscrito de Voynich, uno de los libros más enigmáticos es Liber sapientiae / Libro de la Sabiduría, un libro de hechicería escrito en alemán y latín. El libro fue escrito a mediados del siglo XVIII y hasta fue firmado por su autor, cuya identidad, sin embargo, se mantiene en secreto: el autor utilizó un nombre imaginario de un adepto a las ciencias ocultas. El manuscrito incluye las diferentes disciplinas de ciencias herméticas: magia teórica, cábala, alquimia y también la magia práctica con instrucciones para invocar ángeles caídos y demonios. El libro contiene una serie de imágenes instructivas repletas de símbolos complicados y significados ocultos. La vía por la que el libro llegó a la Biblioteca Nacional también fue poco habitual: en la era del Emperador José II, la guardia financiera detuvo a un traficante en la frontera y confiscó sus mercancías. Los funcionarios financieros encontraron entre los objetos de contrabando un libro estrambótico que les causó miedo. En aquel entonces, el Emperador ordenó depositar el libro en la biblioteca jesuita praguense para mostrarlo a todos los visitantes como modelo ilustrativo de creencias obscurantistas y engaños nocivos.

7. El Mapa de Moravia de Komenský

Jan Amos Komenský (el año pasado se conmemoraron 350 años de su muerte) era un hombre excepcional que trajo al mundo un nuevo concepto de la pedagogía. No solo fue maestro, filósofo, teólogo y escritor, sino también cartógrafo. Su Mapa de Moravia es una obra fascinante, que por 150 años formaba parte integrante de diversos atlas mundiales. Si la primera edición realmente fue en el año 1624, Komenský no tenía mucho tiempo para reunir materiales de base para crear esta obra. Tenía no más que treinta y dos años de edad, por lo tanto, el mapa es una perfecta muestra de su universalidad, destreza e inmensa laboriosidad. El mapa recoge un total de 1006 elementos, también diversas montañas y sierras, bosques y ríos, con indicación de puentes, fuentes medicinales y balnearios. Aquí encontrarás también talleres de cristalería y minas de mineral de hierro, de oro, de plata o viñedos. El Mapa de Moravia de Komenský se considera la más popular obra cartográfica de las tierras checas en todos los tiempos. En las tierras checas fue publicada hasta en el año 1677. No sabemos cuántos ejemplares del Mapa de Moravia de Komenský se han conservado. Los cierto es que el Museo de Komenský en Přerov, gracias a varias decenas de ejemplares, pertenece entre los mayores propietarios al nivel mundial.