Relajarse en un balneario no tiene que significar únicamente estar tumbado en las bañeras, pasear por entre las columnatas y beber agua mineral. Saca partido de la naturaleza que, en la mayoría de los casos, rodea las ciudades balneario checas y disfruta haciendo senderismo o excursiones en bicicleta y practicando esquí o golf. ¡Después de eso, disfrutarás mucho más del baño!