La República Checa goza de una amplia representación en la Lista de Patrimonio Inmaterial de la Unesco gracias a sus ricas costumbres, tradiciones y eventos culturales. Las fiestas históricas se han convertido en un gran reclamo turístico, al igual que los tradicionales mercadillos navideños o los mercadillos de Semana Santa.
Experiencia 1.
La tradición del arte de las marionetas es centenaria y fue reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial. Recomendamos admirar las marionetas en las representaciones del Teatro Nacional de Marionetas de Praga, y en los museos de marionetas de Pilsen y Chrudim. No hay un recuerdo más bonito de Chequia que una de las marionetas de madera que se venden en las tiendas de artesanía.Experiencia 2.
Conoce los desfiles de carnavales en Bohemia del Este, en los pueblos alrededor de la población de Hlinsko, ya que forman parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. La tradición de estos carnavales ha permanecido inalterada durante varias generaciones, ya que se sigue respetando el modo de organizar los desfiles y el tipo de disfraces que participan.Experiencia 3.
Una de las fiestas folclóricas más bonitas y coloridas del país es la Cabalgata de los Reyes en Vlčnov. Tiene lugar en la región de Slovácko, y se celebra el último fin de semana de mayo. Dicha celebración está inscrita en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Unesco, y tiene una tradición de más de 200 años. Esta fiesta se relaciona con una serie de leyendas. Según relata la más conocida, el rey de Hungría y su comitiva trataban de escapar del monarca checo Jorge de Poděbrady. Para que no lo reconocieran se disfrazó de mujer, se tapó la cara con lazos y en la boca se puso una rosa. En las fiestas actuales, el rey es un chico joven vestido con traje tradicional, que pasea por el pueblo en un caballo blanco y deja a su grupo bailar y ganarse el afecto de los espectadores. Es una fiesta muy viva, ya que en las actividades participa todo el pueblo. En las fiestas se pueden admirar los profusamente decorados trajes que se heredan de una generación a otra.Experiencia 4.
Disfrutar de las fiestas históricas de la Rosa de los Cinco Pétalos en Český Krumlov. Las fiestas se celebran cada tercer fin de semana de junio, fecha en la que la ciudad vuelve a la época de los señores de Rožmberk. Las calles y plazas se llenan de desfiles de caballeros y damas con atuendos renacentistas, y juglares, entre otros personajes. También hay mercadillos medievales de artesanía, suena música medieval y las tabernas ofrecen las delicias de la cocina del Medievo. No faltan tampoco los torneos de caballeros ni un ajedrez con figuras vivas. Nuestra sugerencia: disfrázate y vive las fiesta como los vecinos de la ciudad.Experiencia 5.
Pasear por los mercadillos navideños. En estos mercadillos tradicionales se pueden adquirir regalos o dulces navideños, adornos de cristal, de madera o paja para el árbol, y figuras para los belenes. A los checos les gusta acudir y pasear entre los puestos para disfrutar del ambiente navideño en familia, son lugares de encuentro con amigos, para charlar, divertirse y tomar un vino caliente, ponche o grog.Los mercadillos navideños más populares del país son los de Praga, Olomouc, České Budějovice, Brno y Pilsen.
El mercadillo navideño más grande –y más conocido– se encuentra en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga, pero también hay otros mercadillos más pequeños.
Si buscas magia fuera de la capital, puedes ir a la ciudad morava de Olomouc, cuyos mercadillos navideños están considerados entre los más bonitos del país. En la capital de Moravia, en Brno, también hay mercadillos donde elegir, desde los más tradicionales hasta los de diseño, gastronómicos o ideales para familias. České Budějovice, en el sur de Bohemia, además de sus mercadillos también presume, año tras año, del árbol de navidad más bello de Chequia, y de una bonita pista de hielo alrededor de la fuente barroca de Sansón, situada en la plaza cuadrada más grande del país.
Quien busque mercadillos medievales en un ambiente de cuento de hadas debería dirigirse a Český Krumlov, y los amantes de la cerveza a Pilsen. Un dato a tener en cuenta es que algunos castillos checos abren sus puertas en Adviento para que locales y visitantes puedan disfrutarlos durante el período navideño.